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El hospital de Galdakao decide suprimir la oferta de esterilización en los casos de aborto voluntario

El hospital de Galdakao suprimirá a partir de ahora la oferta que venía manteniendo de practicar una ligadura de trompas a aquellas mujeres que acudían a abortar al centro. La decisión médica ha sido tomada tras la polémica suscitada por la negativa del hospital a practicar la interrupción del embarazo a una mujer seropositiva de 33 años, que rechazó someterse a la esterilización. Las asociaciones vascas de lucha contra el sida presentarán en los próximos días una denuncia judicial contra los responsables del hospital de Galdakao por un posible delito de discriminación.

"Para evitar equívocos", el servicio de Ginecología del centro sanitario ha optado por una medida drástica: no esterilizar a ninguna mujer que acuda a abortar, aunque lo demande. "Nunca, ni en el hospital de Galdakao, ni en ningún otro de Osakidetza, se ha condicionado el aborto a que la mujer acepte una ligadura de trompas. Ni en el caso de las mujeres seropositivas ni en el resto. Y quien diga lo contrario, miente". Así de tajante se mostró ayer José Enrique de la Puerta, director médico del hospital de Galdakao. Sin embargo, a las ocho ONG que luchan contra el sida en Euskadi no les satisface la respuesta y prevén presentar próximamente una denuncia contra los responsables de Osakidetza. "Sabemos que desde hace varios años se ha negado el aborto a mujeres seropositivas si no aceptaban la esterilización, y eso es discriminción", señaló Josu Unanue, portavoz de la asociación Txo Hiesa. El servicio de Ginecología del centro, integrado en Osakidetza, quiso ayer zanjar un asunto que comenzó a finales del pasado mes cuando una mujer embarazada de tres semanas dio a conocer que en el hospital de Galdakao se habían negado un mes antes a practicarle la interrupción voluntaria del embarazo si no aceptaba seguidamente una ligadura de trompas. En una nota dada a conocer ayer, suscrita por el jefe de servicio de Ginecología, el centro se reafirma en su intención de seguir practicando el aborto en los casos permitidos por la ley, pero recalca que queda suprimida "la oferta de la ligadura de trompas asociada a la práctica de la interrupción voluntaria del embarazo". El médico de Galdakao que atendió a la mujer infectada por el VIH reconoció en su parte médico que la embarazada carecía de hábitos tóxicos e informaba de "la decisión" de practicarle el aborto sólo si iba seguido de una ligadura de trompas, según se lee en la hoja de interconsulta. A petición de las ONG, el Ararteko inició una investigación por si se hubiera incurrido en un delito de discriminación. "Esto no responde a una actitud del hospital, sino a la postura de algunos médicos que por motivos de objeción de conciencia se niegan a practicar la interrupción del embarazo. El hospital nunca denegó la asistencia a la mujer por tener el sida", insistió ayer el director médico de Galdakao.

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