Después de Raúl Cubas
Paraguay quizás sea uno de los países latinoamericanos más aislados y subdesarrollados, pero la forma en que se ha resuelto la reciente crisis constitucional ofrece una esperanza para el futuro de la democracia en otras partes del continente. La dimisión, el domingo, del presidente Raúl Cubas, y la detención, el lunes en Argentina, de Lino Oviedo, antiguo general golpista: ha mejorado la frágil credibilidad de las instituciones paraguayas. (...) Las dificultades políticas de Paraguay están lejos de haber terminado. Luis González, anterior presidente del Senado y nuevo jefe de Gobierno, ha provocado la polémica al decir que culminará los cuatro años que quedan de la legislatura de Cubas en vez de convocar nuevas elecciones. . Además, el país está traumatizado por la violencia de la pasada semana. (. . .) Paraguay está siendo presionado por los países vecinos y sus socios de Mercosur, (...) para que muestre su adhesión a un Gobierno constitucional. Tendría que afrontar la suspensión de su pertenencia a Mercosur si apoyara a un Gobierno militar. (...) La comunidad internacional necesita ahora edificarse sobre este triunfo. En otros países latinoamericanos las estructuras democráticas cuidadosamente levantadas durante los últimos 15 años están siendo puestas a prueba y en algunos sitios la influencia de los militares en la política aumenta de forma paulatina. La efectividad plena de las democracias (. . .) es esencial si Latinoamérica está dispuesta a abordar sus retos sociales y económicos. Los líderes políticos latinoamericanos necesitan ser más responsables ante los votantes, no menos., 30 de marzo
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