Bonn espera que la mediación rusa evite decisiones bélicas difíciles
El salto al ruedo del jefe del Gobierno ruso, Yevgueni Primakov, que viajará hoy a Belgrado, hace concebir nuevas esperanzas en Bonn. Medios políticos alemanes respirarían con alivio si Primakov evitara a la Alianza Atlántica tomar la impopular decisión de enviar tropas de tierra a Kosovo, para atajar las matanzas que no pueden impedirse desde el aire. Primakov, que ayer conversó por teléfono con el canciller alemán Gerhard Schröder, pasará hoy por Bonn en su camino de vuelta de Belgrado donde se entrevistará con el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic. El portavoz de la cancillería federal, Uwe-Karsten Heye, puntualizó ayer que la escala en Bonn responde al deseo de Primakov de entrevistarse con Schröder en tanto que presidente de turno del Consejo de la Unión Europea (UE). Rusia y la UE mantendrán una cumbre en los próximos días para evaluar la crisis de los Balcanes. La mediación de Primakov es, en opinión de analistas políticos, una pieza en un conjunto más amplio, donde se inserta el nuevo crédito que el Fondo Monetario Internacional prometió ayer a Rusia, pese a que no ha cumplido las condiciones que le exigía la entidad.El ministro de Defensa alemán, Rudolf Scharping, dijo ayer que el genocidio ha comenzado. Scharping acusó a las tropas paramilitares yugoslavas de actuar "con crueldad y brutalidad" contra los albaneses de Kosovo, pero se opuso a la utilización de tropas de tierra. El Gobierno alemán ha enviado aviones a Yugoslavia gracias a una decisión que el Parlamento tomó el pasado 16 de octubre. El Gobierno, sin embargo, no tiene mandato para enviar tropas de tierra y debería convocar al Bundestag (Parlamento) antes. El 63% de los alemanes en las regiones del Oeste y el 74% en las del Este (la ex RDA) se oponen a que tropas de tierra alemanas vayan a Yugoslavia, según una encuesta realizada el 26 de marzo y que publicaba ayer el semanario Der Spiegel. El ataque de la OTAN sobre posiciones serbias cuenta con el apoyo del 64% de los alemanes del Oeste y del 39% del Este.
Callejón sin salida
En una entrevista radiofónica, Hanno Kielmannsegg, general retirado de la OTAN, puso ayer el dedo en la llaga y abordó lo que otros callan: afirmó que existe el peligro de que la OTAN se meta en un callejón sin salida, al haber dado el paso de atacar militarmente sin haber "reflexionado o previsto" el segundo paso, para el caso de que el primero no tenga éxito. El ataque aéreo, señaló, es insuficiente y, al no tener preparado el segundo paso, la OTAN ha colocado a Milosevic ante un riesgo calculado. Los Verdes, el partido menor de la coalición gubernamental, de tradición pacifista, dan muestras de malestar. Mientras los cargos gubernamentales y diputados se han adaptado a la nueva política, en Hamburgo circula un "llamamamiento de los miembros del partido verde" en el que se responsabiliza a la OTAN de la escalada de la guerra.
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