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La ONU prueba en Tailandia la primera vacuna del sida en 2.500 toxicómanos no portadores del virus

Seis toxicómanos tailandeses no portadores del virus del sida fueron ayer los primeros en recibir la vacuna Aidsvax contra el sida, todavía no aprobada para su uso comercial. Esta campaña, que durará tres años y afectará a 2.500 voluntarios, es la primera prueba que se hace del fármaco fuera de Estados Unidos. La mitad de los voluntarios recibirá la vacuna, mientras que al resto se le inyectará un placebo; es decir, un fármaco falso sin efecto alguno. Dentro de tres años se compararán las respuestas obtenidas en los dos grupos. Los voluntarios son todos adictos a las drogas intravenosas y cada uno de ellos recibirá en total siete dosis.La Aidsvax es la primera vacuna contra el sida que consigue llegar a la fase III de prueba, la que autoriza su inoculación masiva. Éste es el último escalón que debe superar VaxGen, la empresa fabricante, para obtener la autorización de la Food and Drug Administration (FDA), del Gobierno de EE UU, para poder llevar la Aidsvax a las farmacias.

El Ministerio de Salud Pública de Tailandia, uno de los patrocinadores de la campaña, junto a las Naciones Unidas y la empresa fabricante, calcula que unos 820.000 tailandeses (sobre una población de 60 millones) están infectados actualmente con el virus VIH, y que cada año alrededor del 6% de los toxicómanos desarrolla la enfermedad.

En Estados Unidos, la campaña de vacunación comenzó en junio de 1998, con 5.000 voluntarios (aunque, de momento, sólo 1.500 han recibido su primera dosis). La diferencia con las pruebas de Tailandia es que en Estados Unidos no se utilizaron toxicómanos, sino candidatos sanos que pertenecían a grupos de riesgo sexuales: varones homosexuales, compañeros de personas infectadas y mujeres con más de una pareja sexual en el último año.

La vacuna Aidsvax se basa en una estrategia que hace pocos años se creía que había fallado en la lucha contra el VIH. El elemento clave es la proteína gp120 de la cubierta del virus, que éste utiliza para penetrar en la célula que infecta. El preparado, construido mediante avanzadas técnicas de biotecnología, intenta estimular la producción de anticuerpos que bloqueen la infección de los linfocitos por parte del virus. El VIH utiliza estas células para replicarse, y si se le impide, en teoría, desaparecerá.

Si bien la Aidsvax es la vacuna que más lejos ha llegado en el camino para conseguir su aprobación, el apoyo de la comunidad científica no es todavía unánime. Muchos la acusan de ser débil en su acción contra el virus.

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