Los 'sin tierra' acusan a terratenientes brasileños de minar sus propiedades
La Policía Federal de Brasil está investigando la información que ha presentado la abogada Dionéia Froes Dresh según la cual algunos terratenientes de la región norte del Paraná están colocando minas antipersonas en sus propiedades para evitar la ocupación de sus fincas por parte del Movimiento de los Sin Tierra (MST), cuya política es adueñarse de fincas que llevan años sin ser explotadas.
La denuncia sobre el empleo de minas, todavía en fase de investigación, ha creado honda preocupación en el movimiento, ya que sus ocupaciones de tierra suelen ir encabezadas por mujeres y niños. Pero incluso fuera del movimiento, en el mundo rural existe preocupación porque en dichas fincas, aunque estén sin cultivar, siempre quedan trabajadores que se ocupan de las tareas de vigilancia de las propias tierras, así como de sus edificios e instalaciones.La abogada que ha levantado la noticia dice que conoce los nombres de los propietarios de esas fincas, pero que no los va a dar, y exige que sea la policía quien los revele. Ella intenta incluso echarles un capote: "Yo conozco bien toda esa región, sé que es muy fácil obtener esas minas terrestres en Paraguay. Pero esos propietarios no actúan como delincuentes, sino por miedo y desesperación".
Y es que todos temen a dichos terratenientes, que a veces se toman la justicia por su mano y que, como acaban de descubrir los sin tierra en una finca recién ocupada cerca de la ciudad de Resende, se mantiene aún el régimen de trabajo de esclavitud.
Luiz Glicério Silveria Ferrari, superintendente de la Policía de Estado, ha afirmado que la policía va a reforzar la vigilancia en la frontera entre Brasil y Paraguay para intentar cortar el presunto tráfico de minas antipersonas. Y en la semana próxima, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) enviará a sus técnicos a la región de Querencia do Norte, donde son mayores las pruebas de la existencia de minas.
Los líderes del MST están preocupados porque en la región de Paraná tienen a 12.500 familias en áreas ocupadas y han advertido de que no tendría nada de particular que esas minas existieran, pero avisan de que no van a abandonar su lucha y las ocupaciones de tierras que nadie cultiva. Ayer mismo, esa organización anunció que en la madrugada del domingo fueron ocupadas 41 fincas en el Estado de Pernambuco, uno de los más pobres del país.
Brasil es uno de los países firmantes del tratado internacional que prohíbe la producción y el uso de las minas antipersonas. Por ello, algunos diputados van a pedir al Ministerio del Ejército que ponga bajo su control las áreas en las que exista la sospecha de existencia de minas.
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