España y Francia buscan fórmulas para evitar agresiones a las exportaciones hortofrutícolas
Productores españoles y franceses se reunieron en los últimos días en la sede de la Federación de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex) para analizar las condiciones de los mercados durante esta campaña y la previsible evolución del comercio exterior. Tras este primer encuentro del grupo de la fresa, para el próximo 12 de abril está prevista la reunión del Comité Mixto Hispano-francés, donde se analizará la situación global de todos los mercados. Los españoles rechazan tajantemente cualquier pretensión de los franceses para autolimitar sus ventas al exterior.
Tras la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE en diciembre de 1997 por la que se condenaba a Francia por permitir los actos vandálicos contra cargamentos españoles de frutas y hortalizas, los productores y las respectivas Administraciones constituyeron el Comité Hispano-francés para solventar esos problemas en un clima de colaboración.Uno de los primeros trabajos de ese comité fue la redacción de un memorándum por el que se planteaba una serie de reivindicaciones a la UE para apoyar a todo el sector hortofrutícola y muy especialmente para las fresas.
Las propuestas del comité no tuvieron respuesta en Bruselas. Sin embargo, durante la campaña pasada, aunque se produjeron algunos actos vandálicos en Francia contra los cargamentos españoles de frutas y hortalizas, por primera vez se puso de manifiesto una decidida actitud de la Administración francesa para evitar los sabotajes.
En la reunión celebrada días pasados entre productores españoles y franceses de fresas, los reunidos acordaron un intercambio fluido de informaciones sobre precios y cantidades comercializadas, así como intensificar los contactos a medida de que se vayan solapando las campañas de producción españolas y las francesas. Ambas partes han decidido igualmente reclamar de Bruselas la puesta en marcha de una campaña para la promoción de la fresa en el conjunto de los países comunitarios.
España tuvo en 1998 una exportación de 220.000 toneladas de fresas, de las que 93.000 fueron para Alemania, 55.000 a Francia, 21.000 al Reino Unido y cantidades inferiores a otros países. España realiza sus exportaciones desde noviembre hasta el mes de junio. En el caso de Francia, las producciones propias salen al mercado nacional hacia primeros de mayo, momento cuando se produce la competencia con la fresa española. El problema de los freseros franceses es que tienen unos costes un 40% aproximadamente por encima de los españoles. Los productores galos, para vender mejor sus fresas, alegan tener una mejor calidad que la importada, cosa que niegan los españoles.
Para defender su mercado, los agricultores galos utilizaron en los últimos años la política de las acciones violentas contra los cargamentos españoles tanto en carretera como en los propios puntos de venta.
Con vistas a los meses de abril y mayo, periodo cuando comienzan a solaparse producciones, los agricultores españoles pretenden que no solamente no haya agresiones en carretera a los camiones, sino que tampoco haya chantajes a la distribución para que no compre la fruta española.
Balanza equilibrada
La balanza comercial agroalimentaria entre España y Francia arroja un balance equilibrado, con una diferencia ligeramente favorable para España, pero que fue negativa en los primeros años de la década de los noventa. Según los datos elaborados por Fepex a partir de las cifras de Aduanas, en 1998 el valor de las exportaciones agroalimentarias españolas a Francia ascendió a 443.255 millones, frente a unas importaciones de 420.026 millones. Pero, al margen de los resultados de este año, lo significativo ha sido su evolución desde el ingreso de España en la UE.
En 1996, las exportaciones agroalimentarias españolas a Francia ascendían a 106.756 millones, frente a unas importaciones de solamente 68.589 millones de pesetas. Desde ese momento hasta la fecha, las ventas españolas en ese país se han multiplicado por cuatro, mientras las de Francia en España lo han hecho por más de seis. En el caso de frutas y legumbres, España ha pasado de exportar a Francia 87.000 a 197.000 millones de pesetas. En dirección opuesta, Francia ha pasado de vender en España 3.000 millones a 35.000 millones.
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