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La OTAN da unos días más de reflexión a los serbios al concluir sin acuerdo la cumbre de Kosovo

Las potencias del Grupo de Contacto (Alemania, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Rusia e Italia) optaron anoche por suspender las conversaciones de paz de París y otorgar a los serbios un periodo de reflexión con carácter de ultimátum que se cerrará el miércoles con una nueva cita en la capital francesa. Si los representantes de Belgrado no suscriben entonces el acuerdo de paz que establece una amplia autonomía kosovar y el despliegue en esa región de las fuerzas multinacionales, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) tomará cartas en el asunto a partir de ese momento.

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Aunque la respuesta de la Alianza no tiene por qué ser automática -antes tendrá que recabar el apoyo renovado internacional a los bombardeos previstos-, parece claro que, salvo giro radical por parte serbia, un lluvia de bombas terminará por caer sobre las bases militares yugoslavas."Esto no quedará así, la actitud serbia tendrá sus consecuencias", indicó en París el portavoz de Departamento de Estado norteamericano, James Rubin. Sus palabras fueron sancionadas poco después desde Washington por la propia secretaria de Estado, Madeleine Albright: "Le he recordado a Milosevic (presidente de Yugoslavia) que la OTAN está dispuesta a tomar todas la medidas necesarias". La actitud que Slobodan Milosevic y el resto de los dirigentes de Belgrado mantuvieron a lo largo de la jornada de ayer y los movimientos del Ejército yugoslavo, que sigue reforzando sus tropas en Kosovo, no dejó resquicio alguno a la esperanza.

Como paso previo a la suspensión de la conferencia, decisión que los ministros de Exteriores de Francia y Reino Unido, ayer desplazados a Bonn, deben comunicar formalmente hoy, la delegación albanokosovar firmó finalmente ayer por la tarde el acuerdo de paz en un acto solemne marcado por la seriedad de los semblantes. Las palabras pronunciadas la víspera por el presidente serbio, Milan Milutinovic, -"Los albaneses de Kosovo van a firmar algo que no existe"- resonaban todavía en la Centro de Conferencias Internacionales de la capital francesa.

No hubo vítores, ni efusiones y los brindis con champán, si existieron, quedaron fuera de la vista de los informadores. Los cuatro representantes de la delegación kosovar, Hashim Thaci, Ibrahim Rugova, Veton Surroi y Rexhep Qosja estamparon su firma en las 82 páginas del documento a las 18.40 horas y a continuación hicieron lo propio, en calidad de testigos, el mediador de Estados Unidos, Christopher Hill, y el de la Unión Europa, el austríaco Wolfgang Petritsch, pero no así, significativamente dada la posición de Moscú, el ruso Boris Maïorski.

La firma albanokosovar había sido exigida por los ministros del Grupo de Contacto para, como señaló Rubin, "mostrar claramente a todo el mundo que los kosovares han optado valientemente por la paz, mientras que la parte serbia se niega a dar ese paso".

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Washington parece decidida a prestar a la milicia del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) todo el abrigo necesario. "Vamos a estrechar los lazos con esa organización", manifestó el portavoz adjunto del Departamento de Estado en declaraciones efectuadas en Estados Unidos, país en el que residen unos 400.000 albaneses. Invitados por la secretaria de Estado, Hashim Thaci y otros integrantes de la guerrilla albanokosovar partirán mañana hacia Washington, mientras otra delegación de del ELK visitará el cuartel general de la OTAN.

"Los aviones de la OTAN y los navíos de guerra equipados con misiles de crucero Tomahawk están "en su lugar y listos" para ser utilizados en caso de que se decida lanzar ataques aéreos contra Serbia", indicó el jueves el Pentágono.

La Alianza Atlántica tropieza sin embargo con el serio obstáculo de la oposición rusa a toda acción bélica contra Yugoslavia. De ahí, la conversación teléfonica que Albright mantuvo el miércoles con el ministro ruso de Exteriores, Ivan Ivanov, conversación que dio paso a una declaración conjunta en la que ambos mandatarios subrayaron "la importancia para las dos partes comprometidas en las negociaciones de ser conscientes de sus responsabilidades". De ahí, la visita que el primer ministro ruso, Yevgueni Primakov, cursará a Washington en los próximos días. Ante la eventualidad de los bombardeos, la secretaria de Estado norteamericana trata de retener a Moscú dentro del acta de colaboracion OTAN-Rusia y de evitar que el Ejecutivo ruso vaya más allá de la protesta testimonial.

[Por otra parte, sobre el terreno, una calma precaria se mantuvo ayer en Kosovo, al día siguiente de los enfrentamientos en el norte y en el sur de la provincia entre las fuerzas serbias y los separatistas de origen albanés, según la misión de verificación de la OSCE, informa France Presse. "No tenemos ningún informe que dé cuenta de combates", declaró Jörgen Grunnet, portavoz de la misión en Pristina, la capital de Kosovo.]

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