El Ejército de Belgrado prepara a la población para la guerra

Altos mandos del Ejército yugoslavo elevan estos días el tono de sus discursos y aluden con frecuencia a la disposición a entregar la vida en defensa del territorio nacional ante una eventual intervención de la OTAN en Kosovo. Los más altos jefes militares yugoslavos han sacado estos días a relucir lo más florido de su repertorio necrófilo. El comandante en jefe del Ejército, general Dragoljub Ojdanic, dirigió ayer una arenga a los cadetes con motivos del 150º aniversario de la creación de la Academia Militar. Recurrió Ojdanic a una referencia histórica casi macabra cuando dijo a los cadetes: "En caso necesario, todos, hasta el último, vais a seguir el camino de los 1.300 cabos [jóvenes serbios que murieron durante la Primera Guerra Mundial]".Por su parte, el comandante del Tercer Cuerpo del Ejército de Yugoslavia, situado en Kosovo, general Nebojsa Pavkovic, dijo en otra arenga, con motivo de un festejo de la brigada de artillería de la ciudad de Aleksinac, en Serbia central, que el Ejército yugoslavo impedirá "a cualquier precio" la llegada de las tropas extranjeras a Kosovo.

Al mismo tiempo, la agencia independiente Beta informa de que en Leskovac, una ciudad en el sureste de Serbia, unos centenares de reservistas se manifestaron ante la comandancia de la guarnición en el centro de la ciudad para protestar contra la movilización obligatoria. Los reservistas exigían que también se convoque a los funcionarios locales, a los directores de empresas y a los políticos.

Crece también la resistencia de la segunda república yugoslava, Montenegro. Su Parlamento adoptó una resolución que exigía a los comandantes yugoslavos que, en el caso de que las autoridades federales no hagan todo lo posible para impedir la violencia en Kosovo, los reclutas montenegrinos puedan cumplir su servicio militar fuera de Kosovo, aunque el Tribunal Constitucional Yugoslavo la ha anulado.