La inversión crece un 26% en los nueve primeros meses por el tirón de la construcción y el campo
La inversión fue viento en popa en los nueve primeros meses de 1998 para debilitarse ligeramente al finalizar el año a causa del descenso de la cartera de pedidos del exterior, según el último informe de coyuntura económica de la Generalitat. El sector con mayor dinamismo inversor entre enero y septiembre del año pasado fue el agrícola, con un crecimiento del 109%, seguido de la construcción, que aumentó un 63%, la industria y los servicios. El consumo interno se sostiene, sobre todo, el de bienes de consumo duradero, mientras las exportaciones redujeron su ritmo de crecimiento.
La Comunidad Valenciana inició este año con un buen comportamiento del consumo privado y de la inversión, según el informe de la Generalitat. Referido al primero, el crecimiento de la renta familiar disponible ha permitido aumentar la compra de bienes de consumo duradero. Así, la cifra de matriculación de vehículos había crecido en octubre con respecto al mismo mes del año anterior algo más del 6%. La inversión registrada en el conjunto de la Comunidad se disparó en septiembre un 43% con respecto al mismo periodo de 1997. En los nueve primeros meses de 1998, el crecimiento interanual de la inversión se cifró en un 26%. El sector agrícola fue el que mayor inversión acumuló entre enero y septiembre -últimos datos facilitados por la Generalitat-, tal vez influido por el buen comportamiento de las exportaciones de cítricos, cuyas cotizaciones se dispararon por los daños de las producciones competidoras de California. Apreciación de la peseta En el capítulo de comercio exterior, las exportaciones de productos valencianos crecen menos que las importaciones desde la segunda mitad de 1997 hasta la actualidad. En los diez primeros meses de 1998, la exportación valenciana creció sólo un 4%. La Generalitat responsabiliza de esta desaceleración a la crisis financiera internacional y a la apreciación de la peseta. La industria se confirmó como otro de los sectores dinámicos de la economía valenciana. El Índice de Producción Industrial (IPI) creció hasta noviembre del año pasado cerca de un 6% en relación al mismo periodo de 1997. Concretamente, el consumo de energía eléctrica, considerado también indicador de la actividad industrial, se incrementó un 9%. La Generalitat confía, por otro lado, en el sector de la construcción para que actúe como motor de la economía valenciana a lo largo de 1999. "El aumento de la renta familiar disponible y las buenas condiciones del mercado hipotecario incentivan una demanda elevada de viviendas", se asegura en el informe. El consumo aparente de cemento, indicador también del dinamismo de este sector, aumentó cerca del 22% en el periodo de enero a septiembre con respecto a los nueve primeros meses de 1997. La licitación oficial creció en septiembre del año pasado cerca de un 47% frente al descenso del 40% que se produjo en septiembre de 1997. La tendencia se ha invertido en un año y medio. El sector turístico registró crecimientos moderados. Durante los doce meses del año pasado las pernoctaciones en hoteles valencianos se incrementaron en un 7%, superando en algo más de un punto a las del conjunto de España. El mercado financiero valenciano, aunque con crecimientos más moderados que los del año pasado, siguió una trayectoria ascendente. En cuanto al sector crediticio, las cuatro cajas de ahorros agrupadas en la Federación Valenciana mantienen el cuarto lugar del ránking de cajas españolas por captación de recursos ajenos. La Generalitat destaca en el informe oficial los resultados obtenidos por las dos principales cajas valencianas: Bancaixa y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM). La primera entidad cerró 1998 con un crecimiento del 15% de los beneficios, con lo que consigue incrementar cerca de un punto su cuota de mercado en créditos y un 0,3% la de recursos ajenos. La CAM acabó con unos beneficios netos de 17.000 millones de pesetas, con un incremento del 15%. Por último, el número de parados valencianos registrados en las oficinas de empleo de la Generalitat -antes del Inem- disminuyó en un 18% en términos interanuales.
