Muere Bioy Casares, inventor de fantasías
El autor de 'La invención de Morel' fue uno de los grandes nombres de la literatura argentina de este siglo
Adolfo Bioy Casares, un escritor de imaginación inagotable y considerado como uno de los grandes autores en la literatura hispanoamericana, murió anoche a los 84 años en una clínica de Buenos Aires. El novelista falleció en el Centro de Educación Médica e Investigación Clínica (CEMIC), después de una serie de complicaciones respiratorias y coronarias que en los últimos meses forzaron a los médicos a ordenar varias veces su hospitalización. Bioy Casares fue galardonado en 1990 con el Premio Cervantes. Su temprana inclinación a la escritura y la relación que le unió a Jorge Luis Borges marcaron a fuego la actividad profesional de Bioy Casares, quien en 1940 publicó La invención de Morel, considerada su obra maestra.
A Adolfo Bioy Casares le preguntaron el pasado mes de enero si podría despedirse a través de un libro como ha hecho Ernesto Sábato en su libro de memorias Antes del fin. "No", respondió. "Ochenta y cuatro es muy poco. Tengo esperanza de doblar esta edad". Este mes de marzo tenía planeado viajar a Francia para escribir una nueva novela.
Bioy Casares tenía 84 años y durante 53 estuvo casado con la escritora Silvina Ocampo A los 26 años publicó La invención de Morel, la novela que le consagró y a partir de la cual empezó a sentirse escritor, según declaró en alguna ocasión: "Tengo seis libros anteriores que creo que son los peores seis libros del mundo".
A partir de entonces su obra fue traducida a 19 idiomas y recibió numerosos galardones, hasta el punto de convertirse en el escritor más laureado de Argentina. En 1990, obtuvo el Premio Cervantes, con lo que dio el salto de ser considerado un escritor de élite a recibir la adhesión del público. El premio cambió su situación. "No es que antes me escupieran ni me aborrecieran, pero es como si me hubieran querido más. Me agarraban y no me soltaban".
En 1970 fue Premio Nacional de Literatura y en 1975 Gran Premio de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores. En 1994 le otorgaron la Medalla de Oro de la Universidad Complutense. Se ha calificado a Bioy en repetidas ocasiones como el mejor escritor argentino después de Borges. La amistad entre ambos personajes dé las letras nació en 1932 cuando se conocieron en casa de Victoria Ocampo y permaneció inalterable hasta la muerte del autor de El Aleph.
Un dúo excepcional
Bajo el seudónimo de Bustos Domecq escribieron juntos narraciones inolvidables. El espíritu de Borges planeó en la vida de Bioy hasta el último día de su vida. En cada entrevista, en las conversaciones con los amigos, el nombre de Borges salía de su boca con asiduidad. "Lo extraño todos los días de mi vida... Han sido las conversaciones de toda la vida juntos. Siempre hablábamos de la literatura y de la realidad", repetía. "Me hizo abandonar el surrealismo. Yo creía que la libertad absoluta para escribir incluía la posibilidad de escribir tonteras o cualquier cosa. Borges me dijo que hay que escribir lo mejor de uno que sea posible".
Bioy Casares nunca quiso pronunciarse sobre cuál consideraba el mejor de sus libros, pero sí dijo: "Si me tuvieran que juzgar por uno de mis libros, quiero que me juzguen por El sueño de los héroes. Por qué, le preguntaron. "Porque he advertido que las personas inteligentes me dicen que es el mejor de mis libros". Además de las citadas, algunas de sus obras más destacadas fueron Dormir al sol, La trama celeste y Plan de evasión. Su último libro fue De un mundo a otro, una novela breve que fue editada con motivo de la última Feria de Libro de Buenos Aires.
Al igual que Borges, no tuvo el Premio Nobel a su alcance. "No puedo negar que me hubiera gustado y que aún me gustaría recibirlo, pero creo que se habló mucho sobre el tema y lo mejor en estos casos, de acuerdo a la forma en que vienen dando estos premios, es no difundir demasiado a los autores, más bien pasar inadvertidos. Así, tal vez, se acuerden de uno", confesó.
De su matrimonio con Silvina Ocampo nació Marta, su única hija. En el terreno sentimental su éxito como rompecorazones alcanzó notoriedad. Por su vida pasó un buen número de mujeres, amantes furtivas y no tanto. Se enamoró en numerosas ocasiones. La fama de don juan viene de muy antiguo. De niño solía perseguir a las chicas con flores, poemas y bromas. Hasta pudo haber surgido un libro de todas aquellas anécdotas de juventud, que, de haberlo escrito, se habría titulado Corazón de payaso.
Se confesaba ateo desde que hizo la primera comunión, a los ocho años, y se declaró permanentemente descontento con la clase política.
La muerte rondaba a Bioy Casares en los últimos años. Silvina Ocampo, su esposa, murió en diciembre de 1993 y su única hija, Marta, falleció pocos días después atropellada por un automóvil.
El argentino Adolfo Bioy Casares, fallecido ayer en Buenos Aires, no sólo fue un gran escritor sino el gran compañero de letras de Jorge Luis Borges, coincidieron en señalar el autor mexicano Carlos Fuentes y el colombiano Álvaro Mutis. Carlos Fuentes lamentó la muerte del novelista argentino y aseguró que "Adolfo Bioy Casares fue un escritor que no se parece a nadie, de un talento sui generis". El escritor mexicano elogió también la dimensión humana del autor argentino, que fue "un gran ser humano, un excelente y gentil hombre, un ser de trato fino, con el que se pasaba la vida alegre y feliz", declaró a Efe.
Carlos Fuentes, que aseguró estar consternado por la noticia de la muerte de Adolfo Bioy Casares, recordó que estuvo junto al novelista argentino el pasado septiembre, "disfrutando de la vida, con ese hombre extraordinario, cuya mentalidad, como su escritura fueron finas".
El colombiano Álvaro Mutis comentó que el escritor argentino "es un novelista —digo es porque aún me resisto a saber que murió Adolfo Bioy Casares— original, quien supo presentar un Buenos Aires, no realista, desprovista de adornos, y con un estilo excepcional". También para el autor colombiano, Adolfo Bioy Casares, fue un hombre de gran gentileza, que "hacia la vida a su lado placentera, con alegría y sabiduría".
Grandes escritores
El novelista argentino formó junto con Ernesto Sábato (87 años) y los fallecidos Julio Cortázar (en 1984) y Jorge Luis Borges (en 1986), la pléyade de literatos ilustres del siglo en las letras de Argentina.
Minutos después de confirmada su muerte, el vicepresidente argentino, Carlos Ruckauf, expresó su dolor y anunció que convocará el próximo miércoles a una sesión especial en el Parlamento para rendir un homenaje al gran literato
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