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Atxarte, el conflicto latente

El conflicto medioambiental de las canteras de Atxarte, ubicadas en el parque natural de Urkiola, puede reactivarse de nuevo. Tras más de cuatro años sin actividad extractiva, el Ayuntamiento vizcaíno de Abadiño tiene previsto reiniciar la explotación, una vez superados los obstáculos judiciales, y los ecologistas anuncian que volverán a colgarse en sus paredes, como a principios de esta década. El Ayuntamiento prevé extraer casi siete millones de toneladas de piedra en diez años. Los ecologistas sólo aceptan 2,5 millones y durante un plazo de cuatro o cinco años. "Si las canteras vuelven a funcionar, los hamacas volverán a Atxarte". La contundente aseveración de un portavoz de Urkiolaren Aldeko Batzordea-Comisión en Defensa del Urkiola (UAB) es la respuesta al desbloqueo judicial del caso Atxarte. El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ratificado hace una semana la rescisión del contrato de arrendamiento a una de las dos empresas que explotó la cantera hasta los años 90 y que se niega a abandonar las instalaciones. La vuelta a la actividad en Atxarte puede desempolvar el que fue uno de los mayores contenciosos medioambientales en Euskadi y llegó a enfrentar al Gobierno vasco y la Diputación. Desde el principio de los 90, ha pasado de casi todo en este rincón de Abadiño situado a la entrada del parque natural de Urkiola. Hubo cargas de la Ertzaintza a ecologistas que estaban colgados de hamacas de alpinismo en las paredes de las canteras -durante cuatro años protagonizaron ocho suspensiones, una de ellas durante cuatro meses-, paralización de la actividad durante dos años por orden del Gobierno vasco con la oposición de la Diputación, voladuras sin el permiso del Ejecutivo y una condena de seis años de inhabilitación a seis concejales del PNV y EA, sentencia luego fue anulada por el Tribunal Supremo. La sentencia del pasado lubes permitirá al Ayuntamiento de Abadiño, si no surgen más obstáculos judiciales, convocar un concurso para volver a explotar la cantera y cumplir el plan acordado hace tres años por el Gobierno vasco y la Diputación: la extracción de 6,5 millones de toneladas en un plazo estimado de diez años. "Es un proyecto aprobado por el Departamento de Medio Ambiente, Agricultura de la Diputación y el Patronato de Urkiola. Tiene todas las bendiciones", ha señalado el alcalde de Abadiño, Javier Uriarte (PNV). El grupo ecologista UAB recuerda, en cambio, el concurso de ideas convocado en 1991, nunca desarrollado, cuyo proyecto ganador proponía una explotación diez veces inferior, y el plan consensuado con el Gobierno en medio de la polémica de los años 1992 y 1993, que hablaba de extraer 2,5 millones de toneladas en cuatro o cinco años. "Nosotros seguimos con este plan, que es lo que firmamos, pero que el Gobierno, por debilidad, no supo llevar adelante. La explotación de diez años supone llevarse el parque de Urkiola en camiones, porque está claro que la actividad extractiva que han hecho en 30 años la van a hacer ahora en diez", señala el portavoz de UAB. A su juicio, en las canteras de Atxarte "hay intereses económicos mezclados con políticos". "Han hecho una apuesta por la destrucción del valle. En su día tensaron mucho la cuerda; a ver ahora cuánto lo hacen. Ha pasado tiempo, pero en cuanto vuelvan a sacar una piedra, nos volvemos a colgar". Javier Uriarte aduce que el proyecto del concurso de ideas de 1991, que preveía 500.000 toneladas de extracción, era inviable "tanto técnica como medioambientalmente" y que "por eso no se ha tenido en cuenta", y defiende la protección medioambiental del plan que pretende desarrollar. "Además de la explotación, pretendemos recuperar la zona, porque el entorno está deteriorado. Las de Atxarte son las canteras que menos impacto tienen de todas las que hay en Euskadi". En las canteras, la actividad es ahora imperceptible. Si entre 1992 -año en que finalizó la concesión- y 1994 las voladuras fueron intermitentes, desde 1995 no existen. Los trabajos se reducen ahora al funcionamiento de las plantas de hormigonado de las dos empresas que las explotaban, que tratan piedra procedente de otras canteras.

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