Medio Ambiente prohíbe la pesca en el tramo alto del río Lozoya desde el 2000

El tramo alto del río Lozoya, que actualmente es un coto de pesca conocido con el nombre de Angostura -por la estrechez del cauce-, estará vedado a partir del año 2000. Ésa es la decisión que ha adoptado la Consejería de Medio Ambiente a petición de los pescadores madrileños con la intención de hacer de ese tramo una reserva natural para la trucha común, especie autóctona cada vez más escasa."La consejería ha decidido prohibir la pesca en el tramo alto del río Lozoya para proteger su fauna. Con la veda de ese tramo se crea un espacio natural donde la trucha se hace intocable y goza de una protección completa. La trucha se reproducirá sin la molestia del hombre y el tramo servirá como reserva piscícola de ejemplares autóctonos. La Comunidad no ha podido aplicar la prohibición este año ante la inmediata apertura de la temporada de pesca, que arranca el día 14 y concluye en julio", explica José Javier Fernández Santamaría, el director general del Medio Natural de la consejería.

"Truchas de gran pureza"

"Las truchas del coto de Angostura conservan una gran pureza genética. Por eso es fundamental protegerlas", explica Santamaría. Para la mayoría de los aficionados a la caña, las truchas de Angostura no tienen excesivo interés deportivo debido a que son de pequeño tamaño, como corresponde a los peces que viven en los tramos de los cauces fluviales situados en enclaves de alta montaña, donde no tienen tanto alimento como los de los tramos medio y bajo."La prohibición es consecuencia directa de la creación del Consejo de Pesca de Madrid, que se reunió por primera vez el pasado 17 de febrero. Los representantes de los pescadores madrileños solicitaron a los de la consejería que se prohibiera la pesca en Angostura, y así lo hemos hecho. Es posible que en un futuro se alimente al río con las truchas de este tramo alto", añadió Santamaría. La propuesta surgió de la Asociación Española de Mosca y Salmónidos y de la Federación Madrileña de Pesca.

La Comunidad también ha decidido reducir en una captura el cupo máximo de truchas para la temporada que viene. Si a lo largo de esta temporada cada pescador se puede llevar seis truchas a casa -siempre que sobrepasen una talla mínima de 19 centímetros-, a partir del año que viene sólo podrán llenar la cesta con cinco ejemplares.

El río Lozoya, aunque ya muy mermado, es el principal cauce truchero de Madrid.