Juaristi señala en un libro que Unamuno fue artífice del nacionalismo vasco
El ensayista publica "El chimbo expiatorio", un retrato del Bilbao de finales del XIX
Miguel de Unamuno es uno de los responsables de la aparición del nacionalismo vasco a finales del XIX. Esta provocadora tesis de Jon Juaristi (Bilbao, 1951) es el eje de El chimbo expiatorio (Espasa), un libro presentado ayer y que gira sobre algunas cuestiones ya planteadas en El bucle meláncolico, publicado hace dos años y que ha vendido 100.000 ejemplares. "Unamuno", indicó ayer Juaristi, "inventó una pretendida lengua bilbaína, que no era ni euskera ni castellano, para que la burguesía pudiera diferenciarse del aluvión de inmigrantes que llegaba a fines del XIX".
Tras calificar a Unamuno como "inventor del mito de Bilbao como ciudad liberal e insurreccional frente a los sitiadores carlistas", Jon Juaristi agregó que el intelectual del 98 es "casi tan responsable como Sabino Arana del surgimiento del nacionalismo vasco". Ahora bien, el ensayista tuvo que explicar la contradicción entre este papel de artífice del nacionalismo vasco de Unamuno y el hecho de que el escritor sea rechazado e ignorado por los sectores abertzales del País Vasco. "Para el nacionalismo", aclaró Juaristi, "Unamuno o bien no existe o bien resulta un tipo molesto. Buena prueba de ello es que un Ayuntamiento de Bilbao de mayoría nacionalista decidió rebautizar una calle de la capital vizcaína que llevaba el nombre del autor de Del sentimiento trágico de la vida. Conviene resaltar que Unamuno solía poner en marcha procesos que luego no controlaba, lo que le provocaba una situación de espanto".Burguesía e inmigrantes
Nacido en Bilbao en 1864 y fallecido en Salamanca en 1936, Unamuno creó, a juicio de Juaristi, "esa criatura del dialecto bilbaíno que más tarde cayó en manos de los nacionalistas". "Cuando el escritor", señaló el autor de El chimbo expiatorio, "intentó desmarcarse de su invento, ya era tarde y los nacionalistas no le hicieron ningún caso". Las conclusiones del ensayo de este catedrático de Filología Española también incluyen que "el dialecto bilbaíno creó la posibilidad de una conciencia diferencial de la burguesía vizcaína frente a las oleadas de inmigrantes de Castilla, Extremadura y Galicia que llegaron para trabajar en las minas y en las industrias. Bilbao fue a finales del XIX una ciudad plural, pero no pluralista".
Juaristi manifestó que ha aspirado a narrar "la invención de la tradición bilbaína entre 1876 y 1939", subtítulo del libro, y "la historia de una ciudad de provincias que ya existía antes de la construcción del Museo Guggenheim". A propósito de este centro cultural, Juaristi lanzó algunas andanadas contra la política del PNV: "El Guggenheim representa un gran escenario operístico, cuya inauguración coincidió con la quiebra del País Vasco en dos comunidades antagónicas".
Publicado en edición para bibliófilos por Ediciones El Tilo, de Bilbao, hace cinco años, El chimbo expiatorio contó con un prólogo de José Carlos Mainer, un epílogo de Patxo Unzueta y unas ilustraciones de Juan Carlos Eguillor, que ahora han desaparecido. "Tenía interés en recuperar el libro", indicó Juaristi, "y por eso acepté la propuesta de Espasa". Escrito con pretensión de ensayo literario y divulgativo y no académico, Jon Juaristi citó a Elias Canetti para definir sus intenciones: "El escritor se diferencia del especialista en que adquiere los conocimientos del mismo modo, pero los dispone de otra manera".
Tregua de ETA
Aunque bastante reticente a contestar preguntas sobre la política vasca, Juaristi no tuvo más remedio que expresar sus opiniones ante las reiteradas cuestiones que le plantearon ayer los periodistas en el almuerzo de presentación de su libro. El ensayista definió a ETA como "una estricta gobernanta que en su último comunicado, en plan goce sádico, ha dado un sobresaliente a la conducta de los partidos nacionalistas, un aprobado raspado a Izquierda Unida y un suspenso al resto de formaciones políticas".
Después de calificar de correcta la actuación del Gobierno del PP, "que está aguantando el tirón", Juaristi opinó que ETA está llevando a cabo una estrategia leninista, "que consiste en pedir demandas que no pueden satisfacerse en una escalada interminable".
A juicio del analista, ETA espera obtener un indulto parcial para sus presos o bien concesiones políticas relevantes que pueda presentar ante sus bases como una derrota del Estado. "De cualquier modo", observó Juaristi, "lo que está muy claro es que ETA sigue la estrategia aplicada por el IRA en los últimos años y que condujo a los acuerdos de Stormont. Es decir, una primera fase en la que se forma un frente nacionalista y se anuncia una tregua; una segunda fase que registra la llamada violencia de baja intensidad y una última fase de presión sobre el Gobierno español". Al tiempo que desautorizó a los dirigentes del PNV como "monaguillos", Juaristi apostilló que "ETA es la estratega del nacionalismo".
Babelia
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