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Tribuna:MIQUEL CAMINAL [EP] PROFESOR DE CIENCIA POLÍTICA
Tribuna
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"En el catalanismo, la derecha se lleva los triunfos y la izquierda los garrotazos"

Francesc Valls

Después de 20 años de autogobierno, el catalanismo ha cubierto el ciclo de su asentamiento. La nueva pregunta que surge es si ese autogobierno es suficiente, y si no lo es, cuál es la salida del dilema: nacionalista o federalista. Miquel Caminal (Barcelona, 1952), profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona (UB), acaba de publicar en Empúries Nacionalisme i partits nacionals a Catalunya y ve el catalanismo como "un movimiento lo suficientemente pragmático y pactista como para ser extenso". Caminal, en su ensayo, hace un análisis retrospectivo de las causas que dan origen al nacimiento de los partidos catalanistas y estudia su evolución a lo largo del si-glo XX. "El catalanismo es un proyecto cívico compatible con un gran abanico de soluciones políticas: desde la autonomía a la confederación; en cambio, el nacionalismo tiene como punto de referencia necesario el querer ser Estado", explica el profesor de la UB, autor de la biografía política de Joan Comorera, uno de los fundadores del PSUC, y especialista en el estudio del nacionalismo, el federalismo y el catalanismo, como acreditan distintas obras publicadas. Caminal defiende la complementariedad entre el catalanismo y las clases populares, que se contrapone a las complicidades de la burguesía catalana con el orden establecido. "Entre 1923 y 1975, en los años de resistencia de las dos dictaduras -la de Primo de Rivera y la de Franco-, el catalanismo estuvo hegemonizado por la izquierda, desde ERC hasta el PSUC", afirma. "En la historia del catalanismo del siglo XX, que ha sido al mismo tiempo la historia de la lucha por la democracia, la izquierda ha recibido la mayor parte de los garrotazos, mientras que la derecha ha administrado los triunfos", dice. Esta hegemonía, expresada especialmente en los últimos años del franquismo con la constitución de la Assemblea de Catalunya, tuvo sus efectos positivos con el restablecimiento de la Generalitat de Cataluña después de la clara victoria electoral de la izquierda en las primeras elecciones democráticas de 1977, a juicio de Caminal. La conmemoración del centenario de las Bases de Manresa relegó también al silencio otro aspecto importante para comprender los orígenes del catalanismo: "Los republicanos federales son los primeros que formulan políticamente el catalanismo", afirma Caminal, aunque reconoce que es la Lliga Regionalista la que lo realiza desde el poder. "El conservadurismo ha conseguido apropiarse del catalanismo en los primeros 20 años de este siglo y en los 20 últimos; en los primeros les ayudo el lerrouxismo y en los últimos un PSC sin política catalanista", afirma. Otro aspecto esencial de la tesis de Caminal es el carácter cívico y no estatalista del catalanismo. "La ausencia de Estado ha impulsado la capacidad autoorganizativa de la sociedad-nación catalana y su fuerza institucionalizadora. Los partidos nacionales han sido su máxima expresión y la garantía de la pervivencia de Cataluña como nación política. Una nación sin Estado puede existir, pero una nación sin partidos nacionales deja de serlo", asegura Caminal. Pero si el catalanismo ha sido un patrimonio generalizado entre los partidos políticos catalanes, no sucede lo mismo con el nacionalismo. Caminal considera que en Cataluña ha habido, en verdad, pocos nacionalistas. "No es ninguna casualidad que no haya partidos con la denominación Nacionalista de Cataluña", añade . En pos de un Estado han ido Estat Català, el Partit per la Independència o una parte de Esquerra Republicana. ¿Y Convergència, dónde está? "Convergència sigue la tradición de la Lliga de Prat de la Riba. La identidad nacional de Cataluña tiene su horizonte de realización política en el marco del Estado español. Además, el nacionalismo de CDC es un nacionalismo instrumental y no resistencial, con voluntad de intervención en la política general del Estado", asegura el profesor de Ciencia Política. ¿No se aparta ahora Convergència de su discurso primigenio con la radicalización verbal que a juicio de muchos analistas vive tras la Declaración de Barcelona, suscrita por nacionalistas gallegos, vascos y catalanes? "El mismo Miquel Roca sostiene que el discurso radical no es el discurso que corresponde a Convergència", afirma Caminal. "La indefinición de objetivos nacionalistas que tenía la Lliga de Prat, la sigue teniendo la Convergència de Pujol", asegura, y traza un paralelismo entre el catalanismo de Prat de la Riba entre 1901 y 1917 y el actual de Pujol. "Mientras la izquierda es antes federalista que catalanista, los conservadores no han pasado del pragmatismo regionalista", subraya Caminal, quien en su Nacionalisme i partits nacionals a Catalunya sostiene que en la historia de Cataluña derecha e izquierda se han relevado en el papel de hacer de fuerzas hegemónicas, de pal de paller del catalanismo. El análisis de Caminal llega hasta las legislativas de 1996, estudiando las posiciones políticas de los distintos partidos con representación en el Parlament.

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