El centro amplía sus salas y aspira a dar una visión del arte del siglo XX
Dos millones de personas han desfilado en la última década por las dos sedes del IVAM: el Centre Julio González, edificio principal, de nueva y austera planta, y el Centre del Carme, que, ubicado en un antiguo convento, alberga las muestras más actuales. El futuro del museo, que funciona con un presupuesto anual cercano a los 1.300 millones de pesetas, pasa por ampliar su actual superficie expositiva (de 6.200 metros cuadrados) para ir exhibiendo de forma permanente su colección, que cuenta con más de 7.054 piezas, incluidas las que están en depósito.Julio González, los inicios de la modernidad en Valencia, la abstracción de los años treinta, el fotomontaje, el informalismo europeo, el expresionismo abstracto, el pop art y la figuración narrativa, las tendencias constructivistas, las colecciones fotográficas y las últimas tendencias forman el grueso de los fondos del IVAM. Con la construcción de nuevas salas, cuyas obras están a punto de comenzar, y la dimesión y calidad de su colección, el museo debe aspirar a "definir un canon, desde su punto de vista, del arte del siglo XX", a jucio de Llorens.
Bonet dice que no es muy partidario de los cánones -"cada uno establece el suyo"-, y recuerda que el IVAM nunca ha seguido los cánones establecidos, si bien combina artistas incatalogables como Alfred Kubin con otros "canónicos" como Chillida. En todo caso, sostiene que el museo debe mostrar su colección, que ha de crecer mucho más. Su reto de futuro es continuar y abundar en la línea marcada.
Canon con k
"La palabra canon la escribo con k porque siempre resulta inquietante", comenta Yvars, quien, sin embargo, destaca la ductilidad de la colección "bien definida", que puede proporcionar "una razonable panorámica del arte del siglo XX". Para Alborch, mantener el equilibrio entre el riesgo y la revisión histórica es fundamental. Apuesta por ir desarrollando la colección, por lo que pide a los poderes públicos que se olviden de la "cultura espectáculo" y no descuiden los fondos del IVAM, que "no debe dormirse en los laureles".
Adscrito a la Consejería de Cultura, el IVAM ha cosechado éxitos de crítica y público con sus exposiciones (más del 60% de producción propia y un 22% en coproducción con centros extranjeros). Algunas de las muestras más representativas son: París 1930 y Las vanguardias rusa y húngara (ambas de 1990); la de Moholy-Nagy (1991); la obra gráfica de George Grosz y la de Alexander Calder (1992); El arte de vanguardia en Checoslovaquia (1993); Schwitters, Barceló, Picabia (1995); El ultraísmo (1996); las recientes de Klee, Chillida o La infancia y arte moderno, o las distintas muestras de la colección del IVAM. Los artistas valencianos como Sempere, Equipo Crónica, Alfaro o Sorolla -éste sirvió para dar a conocer el IVAM al público mayoritario en 1989-, entre otros, también tienen su espacio. Para celebrar su décimo aniversario, y como homenaje a Julio González, se exhibirá a partir del 9 de marzo Forjar el espacio. La escultura forjada en el siglo XX.
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