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España dedica menos del 10% de la Ayuda Oficial al Desarrollo a erradicar la pobreza

RTVE, empresas y festivales de cine reciben más subvenciones que muchas ONG

Gabriela Cañas

RTVE disfruta de una subvención de 250 millones de pesetas para emisiones en Asia y África. La Conferencia de Autoridades Cinematográficas de Iberoamérica ha recibido 300. Y el Ministerio de Exteriores de Perú, 271. Las tres partidas no proceden de Economía, ni de Fomento, sino de Exteriores, como Ayuda Oficial al Desarrollo. España es, de entre los 21 países donantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), uno de los que menos destina a los países más pobres (el 13% de su ayuda) y el que menos dedica estrictamente a programas de prioridad social (4%).

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España queda en las estadísticas a la cola en generosidad con los más pobres por dos conceptos. Por un lado, tiende a dedicar el grueso de su ayuda a programas que no son estrictamente de primera necesidad (la ONU engloba en ellos las acciones en favor de la enseñanza básica, la sanidad, la nutrición, la salud reproductiva y la planificación familiar) y, por otro, olvida casi sistemáticamente a los países más pobres y endeudados. Ambas tendencias están en contra de la Ley de Cooperación aprobada en España el año pasado y en contra de los acuerdos internacionales. El Gobierno español firmó en la Cumbre de Desarrollo Social de 1995 el acuerdo 20/20, que obliga a los países donantes a destinar a programas de prioridad social (al margen del país al que vayan destinados) un 20% del total de su Ayuda Oficial al Desarrollo. Pues bien, el último análisis sobre este capítulo, elaborado por el sociólogo y experto en cooperación Carlos Gómez Gil, sitúa este porcentaje en el 4%.Según la ONG Intermón, que elabora cada año con una treintena de organizaciones un profundo estudio sobre la ayuda española, este porcentaje es del 9%. Otras organizaciones llegan a conclusiones similares, aunque el Gobierno asegura que cumple el Compromiso 20/20.

No es extraña tanta disparidad de cifras en la cooperación española. La OCDE ha criticado a España por no mostrar todo el rigor necesario en sus criterios sobre cooperación internacional y por no disponer de análisis solventes sobre la ayuda oficial.

Prioridades de la ley

Al bajo porcentaje destinado a programas de prioridad social se suma el dato de que España es uno de los países que menos ayuda a los países considerados más pobres. Lo destaca, de nuevo, el informe anual que acaba de publicar el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD, que incluye a prácticamente todos los donantes del planeta) de la OCDE. Sólo Estados Unidos aparece por debajo de España en el listado de los 21 países donantes miembros del CAD (véase el gráfico adjunto). Según estos datos, España sólo destinó como media en 1996 y 1997 un 13% de su ayuda total. España se defiende alegando que su ayuda se centra en Latinoamérica (45% del total) por mandato parlamentario y que allí no viven los más pobres del planeta. Esta focalización es valorada internacionalmente. Pero no son siempre los países latinoamericanos los más beneficiados de la solidaridad española. En 1997, el listado de la ayuda bilateral lo encabezaba Madagascar. Le siguen Indonesia, Colombia, China, Honduras, Marruecos, Guatemala, Filipinas y Perú. La Ley de Cooperación española establece en sus artículos 5 y 6 que, en efecto, las prioridades geográficas de los países de Latinoamérica, el norte de África y Oriente Medio, pero también añade que las instituciones deberán "aplicar especial atención a la cooperación con los países de menor desarrollo económico y social y dentro de estos a los sectores más desfavorecidos".

Servicios básicos

El artículo 7 fija como primera prioridad los "servicios sociales básicos, con especial incidencia en salud, saneamiento, educación, obtención de la seguridad alimentaria y formación de recursos humanos". "Priman los criterios estratégicos por encima de los de pobreza", afirma el informe de Intermón. Jorge de Orueta, director del Gabinete del secretario general de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI), lo desmiente. Cree que se tiene esa idea por el peso de los créditos FAD (Fondos de Ayuda al Desarrollo), que "es verdad que nacieron para fomentar la política comercial", explica, "pero que han evolucionado y se centran ya en necesidades básicas".

La oposición y las ONG se quejan de no contar con datos. Es algo que analiza también Gómez Gil en su informe Una lectura crítica de la cooperación española. Lo que nunca nos dicen. El presidente de la Coordinadora de ONG, Alfonso Sancho, acusa a España de olvidarse sistemáticamente de los más pobres, y el informe de Gómez Gil se pregunta cómo es posible que en 1997 la Administración española no destinara de forma directa ni una peseta a países como Sierra Leona, Malawi, Zambia, Liberia, Burundi, Afganistán o Ruanda, aquel país que en 1994 despertó la primera gran ola de solidaridad española. "Son países muy conflictivos en los que no tienes garantía de que la cooperación tenga impacto alguno y donde hemos tenido víctimas", explica Jorge de Orueta.

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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