El batallón de "La delgada línea roja" desembarca en el festival
ENVIADO ESPECIALEl batallón de La delgada línea roja desembarcó ayer en Berlín sin el general al mando. Del ermitaño Terrence Malick dijeron que andaba por la ciudad, pero nadie lo vio el día en que se proyectaba su película en la Berlinale, donde fue acogida con grandes aplausos en un Zoo Palast abarrotado. Sí se enfrentaron a la prensa, en cambio, los mandos inferiores y los soldados rasos: el coronel Nick Nolte, el sargento Sean Penn, el capitán Elias Koteas y el soldado raso Jim Caviezel.
Su presencia en Berlín sirvió para alargar la sombra mítica de Malick o Terry, como le llaman. Casi no hablaron sobre ellos, sólo contaron cosas de Terry: que si Terry no estuvo seis meses en Australia en la selva, que si Terry te puede volver loco pero puede ser tremendamente divertido... como si de un gran pope se tratara. No obstante, alguien que rueda películas cada 20 años, que tiene colas para trabajar con él y que sólo ha firmado tres películas -Malas tierras, Días del cielo y La delgada línea roja- es alguien que prepara a conciencia sus proyectos. Así lo corroboró Nick Nolte. "Terry es un tipo muy interesante y muy listo, el hecho de que no viva de la industria del cine es algo muy inteligente. Puede preparar sus películas concienzudamente y alejarse de la popularidad", dice el actor, que está presente en Berlín con dos películas suyas en competición, ésta de Malick y Breakfast of champions, de Alan Rudolph.
Candidatos al Oscar
En la mesa había dos candidatos al Oscar este año, Nolte, por Aflicción, y Sean Penn, por Hurly Burly. Pero, a juzgar por lo que dijo Penn, no parece probable que sea un candidato simpático para la Academia. "En Hollywood la creatividad está muerta y enterrada, espero que resucite, sólo les preocupa la comodidad y conozco drogas que te la proporcionan mejor", dijo Penn. El actor tuvo también elogios para Malick. "Estuve allí para hacer lo que Terry me dijera, delante y detrás de la cámara", aseguró el actor, para quien el hecho de trabajar en una película así no ha sido un trauma. "Es sólo cine, no es ir a la guerra. Ir a la guerra es trabajar con un director que no sabe lo que quiere, pero hacerlo con Terry es un placer", dijo. Jim Caviezel, a quien Malick ha dado un papel jugoso en la película, si tenemos en cuenta que muchas participaciones de actores han desaparecido en el montaje final, fue de los más aplaudidos en la sala de prensa. El actor asegura que estará eternamente agradecido a Malick, a quien imita con un acento de Tejas muy conseguido: "Nunca olvidaré que me haya dado esta oportunidad", confesó. El filme, con siete candidaturas al Oscar, cuenta con una banda sonora bellísima de Hans Zimmer: "He querido hacer una música que resaltara la dignidad del ser humano, es una banda sonora antibélica, sin tambores ni trompetas".
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