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CATÁSTROFE EN COLOMBIA

Miles de víctimas permanecen bajo los escombros en las dos provincias asoladas por el terremoto

Colombia amaneció ayer conmovida por la dimensión del desastre provocado por el fuerte terremoto que sacudió el lunes las regiones centrales del país. Cinco de los 12 municipios de la provincia del Quindío, entre ellos su capital, Armenia, están hechos pedazos. "En el hospital no caben los heridos, no hay vendajes, no hay agua, no hay nada", dijo angustiado el alcalde de La Teibada. Pereira, capital de Risaralda, también fue duramente golpeada. El balance de muertos es todavía difícil de precisar. La Defensa Civil hablaba ayer por la tarde de casi 600 muertos. Los equipos de rescaten no creen que la cifra baje de 3.000.

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"Está viva; está viva", repitió entre sollozos una mujer cuando se acercó a la camilla que traían los socorristas con el cuerpo de su hija de 17 años. Ángela permaneció atrapada durante más de 16 horas entre el cemento y el hierro del edificio de cinco pisos en el cual vivía en Armenia, y que se desplomó el lunes a la 13.20 -19.20 hora peninsular española- cuando el país fue sacudido por un terremoto de 6.2 grados en la escala Ritcher. La abuela y el hermano de esta joven no corrieron con la misma suerte; murieron aplastados.La Defensa Civil, organismo oficial que coordina la emergencia, aseguraró ayer por la tarde que los muertos son cerca de 600, los heridos pasan de 3.000 y las edificaciones destrozadas en siete municipios suman 1.970. Las provincias afectadas son Quindío y Risaralda, a unos 300 kilómetros al oeste de Bogotá. Las cuentas de los bomberos y de los organismos que están ayudando en las tareas de rescate superan estas cifras. No es difícil hacer pronósticos macabros. Viendo las imágenes de destrucción y considerando la falta de recursos para las labores de rescate, cualquiera imagina que debajo de tantos escombros hay miles de personas enterradas. Los bomberos hablan de más de 2.000 muertos.

Solo en Armenia, la última lista de las autoridades locales sumaba ya 850 cadáveres -aunque Defensa Civil no lo ha confirmado- y 2.000 heridos de diversa consideración. En Pereira, la cifra de muetos llega a los 40, pero hay decenas de personas bajo los escombros. Las tareas de rescate se han visto dificultadas por todo tipo de factores. La falta de maquinaria pesada, la lluvia, el centenar de réplicas del terremoto e, incluso, la situación de la Policía de Armenia -cuyo cuartel se derrumbó- y de los bomberos -que perdieron a 15 compañeros-, han jugado en contra de los ciudadanos enterrados bajo las ruinas.

Crisis sanitaria

La situación carcelaria y la situación hospitalaria se complicó ayer. Varios detenidos se fugaron de los penales y los que no lograron hacerlo se amotinaron. Exigen que los suelten o trasladen, pues temen que las cárceles se desplomen.Ninguno de los centros hospitalarios de la zona de desastre se salva de la grave crisis que sufren en todo el país las entidades de salud y sus directivas no se cansan de repetir que no pueden con la tragedia. En Armenia los autobuses se acondicionaron como hospitales. Los heridos más graves están siendo trasladados en helicópteros y aviones militares a Bogotá, Cali y Medellín. Y surgió ya una nueva emergencia: no hay sitio donde mantener a los muertos ni ataúdes para enterrar a los que fueron identificados. Hay temor también a las epidemias. El Gobierno de Andrés Pastrana declaró zona de desatre

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