Un burdel de Roma renace en Salónica
Descubrir un objeto inesperado durante una excavación llena de polvo y calor en Grecia es algo que puede iluminar la jornada de cualquier arqueólogo, pero topar con habitaciones enteras dedicadas a una variedad asombrosa de placeres sensuales puede producir una reacción muy próxima al arrebato. Un equipo de científicas griegas que realizaban excavaciones bajo el antiguo foro romano de Salónica encontró una fuente excepcional de placer, en 1996, con el hallazgo casual de unos baños y un burdel, muy bien conservados, que procedían del siglo I antes de Cristo. "Lo primero que encontramos fue la zona de los baños, pero comprendimos con qué habíamos dado cuando vimos esto", explica Polyxeni Veleni, mientras indica una jarra de vino de terracota con un pico en forma de falo y decorada con relieves de Hermes, Afrodita, abejas y uvas (todos ellos, símbolos antiguos de complacencia sexual y fertilidad). "Recuerdo que dije al resto del equipo: "Chicas, bienvenidas a un extraordinario balneario sexual de la antigüedad", añade Veleni, arqueóloga principal del proyecto que está financiado con fondos locales y de la Unión Europea.
25 bañeras en círculo
Imagínense un baño de vapor con muros de piedra, 25 bañeras pequeñas y sencillas, dispuestas en un círculo que refleja la noción griega de colectivo, suelos de mosaicos realizados en mármol y una piscina de agua caliente. A ello hay que añadir una taberna de dos pisos: en la planta baja servían pescado, aves, huevos de avestruz y otros sabrosos bocados, mientras en la de arriba se ofrecía un espectáculo erótico-burlesco. Se trata de uno de los lugares arqueológicos más fascinantes que existen, y fue descubierto en noviembre de 1996, durante la excavación de una nueva entrada pública al foro, un mercado del siglo II antes de Cristo. En la actualidad, Veleni y su equipo están reconstruyendo los detalles de la historia del lugar, terminando los trabajos de restauración y construyendo una cúpula protectora. La presentación oficial de su descubrimiento está prevista para el mes de febrero, en una conferencia arqueológica que se celebrará en Salónica. Los expertos en la ciudad portuaria del noreste de Grecia -fundada en el año 316 antes de Cristo y llamada Tesalónica en honor de la hermana de Alejandro Magno- confían en que el descubrimiento les permita llenar importantes huecos históricos y les proporcione claves sobre la sociedad, las costumbres y las tradiciones de la ciudad, además de su posible papel como nexo político, comercial y cultural importante entre el Imperio Romano y el mundo bizantino de Oriente.
El siglo I antes de Cristo es el periodo menos documentado en la historia de Salónica, y el edificio de los baños y el burdel es el primer esqueleto arquitectónico de esa época que se ha descubierto. Hasta el momento, se calcula que sólo se ha excavado la cuarta parte del complejo, y el resto se encuentra sepultado bajo un parque. "La estructura de las habitaciones y los objetos que hay en ellas son pequeñas piezas para resolver el rompecabezas de cómo pudo ser Tesalónica en aquel tiempo", afirma Theodosia Tiverius, experta en la historia de la ciudad hasta la época de la conquista romana. "Aparte de lápidas y columnas, no tenemos muchas cosas que nos hablen de aquella era", añade. Los especialistas creen que es posible que la casa estuviera en funcionamiento durante más de un siglo, y algunas monedas con la efigie del emperador Nerón indican que el burdel permaneció abierto, al menos, hasta el año 68 después de Cristo.
Los burdeles antiguos no son especialmente escasos, y se han descubierto otros en Pompeya y Éfeso; pero la excavación de Salónica ha emocionado a científicos y estudiosos como ninguna otra. Como advierte Miltiades Papanicolau, decano de la Facultad de Arqueología e Historia del Arte de la Universidad de Salónica, no sólo responde a las descripciones de los textos clásicos del arquitecto romano Vitruvio, sino que el botín de 2.000 años de antigüedad que se encuentra en su interior es excepcional y está bien conservado. "La abundancia de artefactos y objetos cotidianos que se han descubierto", explica, "constituye un monumento extraordinario de importancia y repercusiones internacionales".
Desde el día en que Veleni vio la jarra fálica de color marrón rojizo, los expertos han desenterrado y reconstruido cientos de objetos excepcionales de arcilla y cristal, así como artefactos eróticos, que datan del sigloI antes de Cristo. En ellos se encuentran cientos de representaciones de relaciones sexuales, en mil formas y combinaciones distintas, incluyendo orgías de seres humanos y cabras. El tesoro comprende también un consolador de arcilla, dos máscaras de arcilla verdirrojas y una copa de cristal en cuyo borde hay un relieve que representa a Fortuna, diosa de la fertilidad y caprichosa dispensadora de la buena y la mala suerte. Para iluminar los ojos de los científicos -de la impresión, según dicen- hay, por lo menos, 700 lámparas de aceite con escenas sexuales explícitas, reconstruidas a partir de millones de fragmentos de arcilla encontrados en la planta baja de la taberna. "Los dibujos y la abundancia de lámparas son una prueba añadida de que el edificio estaba en pleno funcionamiento hasta altas horas", explica Veleni.
En la taberna, que debía de ser, según varios expertos, el lugar donde los hombres iniciaban su visita, se han encontrado también espinas de pescado, huesos de aves y un huevo de avestruz. "Debían de cenar espléndidamente antes de pasar a una de las 25 bañeras para disfrutar de un baño de vapor relajante", supone Veleni, que indica los restos destruidos de una caldera de piedra en el centro de la sala. Otros creen que, dado el tiempo de duración del baño -con sus sucesivas inmersiones en piscinas de distintas temperaturas, de la más fría a la más caliente-, es posible que se sirviera comida y bebida a los clientes mientras estaban en remojo.
Sin embargo, la mayoría de los especialistas están de acuerdo con la hipótesis de Leónidas Tomaras, profesor de latín y cultura latina en la Universidad de Salónica. "Quizá, al acabar la jornada de trabajo, los hombres se daban un baño relajante antes de disfrutar de una buena comida", propone. "Y la promiscuidad de los baños favorecía su apetito sexual", añade. "Fuera cual fuera el orden de los placeres, la visita formaba parte de un ritual cotidiano muy común", asegura Tomaras. Según él, las visitas a las casas de baños y los burdeles era, en la época romana, una costumbre tan corriente como lo es hoy "pasar el rato" en los cafés. "Y no hay que olvidar que el axioma de la época -pese a ser ya un periodo romano primitivo- era el helenístico: cultivar al mismo tiempo un cuerpo y una mente sanos".
Casa de ninfas
En opinión de los arqueólogos, la situación del edificio, en el centro de Salónica, indica que no era un lupanar (literalmente, guarida de lobos), en el que hombres procedentes de las capas más bajas de la sociedad se limitaban a dar dinero para obtener sexo. Era una domus meretricius (casa de ninfas), en la que las mujeres eran respetadas como compañeras. "Es posible que llevaran máscaras y se dedicaran a los juegos y pantomimas sexuales", explica Veleni, "pero además sabían recitar poesía e interpretar comedia y tragedia. Eran mujeres refinadas y sus clientes las consideraban iguales". Mujeres que sirvieron de inspiración a dramaturgos, poetas líricos y satíricos, tanto griegos como romanos, y figuran en las obras de Aristófanes, Ovidio y Juvenal. "Eran las damas de las camelias de su tiempo", dice Tomaras, en alusión a la obra de Alejandro Dumas, hijo, sobre la pasión maldita entre una cortesana y un joven caballero.
©Time
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