Cultura decide suprimir la concesión de becas de ayuda a la creación literaria

Primero fue una medida provisional, ahora ya es definitiva. Tras su llegada al Gobierno en 1996, el PP decidió congelar las becas que concedía el Ministerio de Cultura a la creación literaria y alegó que debía estudiar el sistema de ayudas. Ahora, la Dirección General del Libro ya ha resuelto suprimir de modo definitivo estas becas, mientras sigue barajando alternativas que todavía no están plasmadas. Esta actitud del Gobierno central ha provocado las protestas de las organizaciones de escritores y de los socialistas, que pusieron en marcha estas becas.

Un joven novelista, un aspirante a autor de biografías o un escritor con vena poética ya no tienen ninguna posibilidad de ayudas estatales que respalden sus proyectos. Tras cerca de una década de concesiones de becas, a veces discutibles y discutidas, a nuevos creadores por parte del Ministerio de Cultura, los responsables del PP han decidido suprimir esta fórmula de ayudas. "Nos sentimos engañados", manifestó ayer a este diario Andrés Sorel, presidente de la Asociación Colegial de Escritores, que agrupa a unos 2.300 autores de toda España. "El pasado año", agrega Sorel, "nos indicaron desde la Dirección General del Libro que las ayudas iban a transformarse, pero en modo alguno a suprimirse. Es más, estábamos convencidos de que para el año próximo se iban a conceder becas". Andrés Sorel añadió que protestaría ante las autoridades de la Secretaría de Estado de Cultura, al tiempo que indicó que el asunto se plantearía en el próximo congreso de la asociación, a celebrar en Granada la semana próxima.

Autores a tiempo parcial

Muchos de los autores que se acogían a este tipo de ayudas, que variaban en la cuantía económica y en las condiciones pero que nunca podían rebasar las 800.000 pesetas anuales, respondían a las necesidades de un perfil de escritores a tiempo parcial. Una gran mayoría de novelistas, ensayistas y poetas en España compagina la dedicación literaria con sus profesiones en los sectores, sobre todo, de la enseñanza, el funcionariado o el periodismo. Las becas públicas de ayuda a la creación literaria permitían a veces a algunos escritores solicitar excedencias o años sabáticos para impulsar sus obras. "Trabajos en bibliotecas, viajes de investigación y gastos similares podían ser sufragados por este apoyo público", dice Sorel.En 1995, último año completo en que los socialistas ocuparon el Gobierno, se concedieron becas de ayuda a la creación literaria por valor de 56 millones de pesetas, referidas a las modalidades de narrativa, ensayo, poesía y traducción. Sorel subraya que la mayor polémica entonces surgió por la concesión de becas a algunos autores con varios libros publicados, lo que rompía el espíritu de promover la aparición de nuevos escritores.

"Nos parecía que el asunto de las becas era una fórmula agotada", señaló ayer Fernando Rodríguez Lafuente, director general del Libro, "y a veces se tardaba en publicar los libros o no se publicaban. Hoy en día los escritores debutantes no suelen tener problemas para publicar y de ahí que estemos estudiando una fórmula para financiar estancias de autores en el extranjero, en colaboración con entidades como el Instituto Cervantes". No obstante, Rodríguez Lafuente no pudo precisar cuándo estarán listas las nuevas convocatorias tras dos años sin concesiones de ayudas.

Carmen Alborch, que fuera ministra de Cultura socialista entre 1993 y 1996, comentó ayer que el objetivo del apoyo a la creación literaria pasaba por la idea de no competir con las editoriales privadas, sino de fomentar las obras que a veces no tienen cabida en los circuitos normales. "Aquello que suprimimos los socialistas durante nuestra gestión fue la edición institucional, es decir, que el ministerio se convirtiera en un editor más, salvo en casos excepcionales. Me parece muy mal esta supresión de los responsables culturales. Además, siempre sospecho de estas intenciones de sustituir una fórmula por otra para, mientras tanto, dejar pasar un tiempo sin ninguna solución. Que piensen una fórmula nueva antes de eliminar la antigua".

Becas autonómicas

El panorama de becas de ayuda a la creación literaria varía mucho según las comunidades autónomas. En el País Vasco, el Gobierno autónomo, en manos en los últimos años de un Ejecutivo de coalición de nacionalistas y socialistas, ha cedido las competencias en esta materia a las diputaciones forales, que conceden algunas subvenciones a nuevos escritores. Entretanto, la Junta de Andalucía, dominada siempre por los socialistas, ha optado por brindar ayudas a las editoriales que publiquen a escritores noveles, bien sean novelistas, ensayistas o poetas. El importe de las ayudas asciende a 25 millones de pesetas.En la Comunidad de Madrid, donde gobierna el PP, no se aprueban ayudas a la creación literaria y el Gobierno autónomo se limita a convocar algunos premios, sin dotación económica, pero con un compromiso de editar la obra galardonada. El Ejecutivo madrileño también otorga ayudas a la investigación histórica o social.

Otro tanto ocurre en la Comunidad Valenciana, donde fue concedido este tipo de apoyo económico a escritores hasta 1995, es decir, mientras los socialistas ocuparon la Generalitat. Desde esa fecha, la coalición que ahora gobierna, integrada por el PP y Unión Valenciana, no ha otorgado este tipo de subvenciones ni ha sustituido este mecanismo de becas por otra fórmula similar.

Pese a la diversidad en los planteamientos, como rasgo común de las ayudas a la literatura en las comunidades autónomas puede destacarse que las administraciones públicas optan por la convocatoria de premios, sin dotación económica, pero con el compromiso de publicar las obras.