Rosana debuta con éxito en Buenos Aires con su segundo disco
Alguien tendrá que investigar alguna vez las razones profundas de las marejadas de cariño que producen los artistas españoles en Buenos Aires. Esta vez le ha tocado a Rosana, que debutó el pasado sábado en Buenos Aires y llenó el teatro Gran Rex también el domingo, y ya se percibe en la ciudad la emoción del reencuentro con Serrat, que el domingo estuvo en La Bombonera, el estadio de fútbol del popular Boca Juniors, y anoche inauguró su serie de conciertos para presentar Sombras de la China.Rosana no se sentía bien el sábado y a la hora de ir a probar el sonido de la sala prefirió quedarse a descansar en el hotel para resistir mejor el recital del estreno en Argentina. Por la noche el sonido le respondería con descargas, acoples y ruidos extraños, que le obligaron a suspender el tema Contigo a la mitad para volver a cantarlo después de que retocaran los cables de los teclados. Pero eso han sido detalles. La melancólica, poderosa y particular Rosana arrasó pese a los problemas ajenos y el estado de nervios propio de la situación. En otro tema se equivocó la letra y ella misma admitió el error al instante.
Las casi 2.000 personas de toda edad y condición que colmaron el célebre Gran Rex de la calle Corrientes, en el centro de Buenos Aires, estaban allí para arroparla como si fuera una artista íntima, de la familia. Su primer disco, Lunas rotas, lleva vendidas más de 300.000 copias en todo el país y el segundo, Luna Nueva, otras 120.000. Las canciones de Rosana están entre las más pedidas de las cadenas de radio y ella misma comprobó cómo el público se sabía todas las letras.
Le han gritado "diosa", "genia", "ídola", "guapa", le han dicho "qué hermosa voz tienes" en medio de una canción y le han rogado que regrese pronto a la Argentina. Después del concierto Rosana seguía "alucinada". A ella le habían contado lo que pasaba aquí con Serrat, también con Joaquín Sabina y tantos otros, pero no creía que esto le sucedería a ella. Quizá por eso se la veía tan feliz en escena a pesar de todo. Para ella el recital acabó después de ocho salidas y otros tantos bises.
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