Decenas de parejas estériles "adoptan" embriones congelados

La reproducción asistida posibilita una adopción impensable hace poco. Decenas de parejas están donando los preembriones sobrantes de sus tratamientos a otras estériles, en cuyo seno nacerá el bebé como un hijo propio. Es una vía legal para dar salida a los 10.000 embriones congelados en las clínicas españolas. Sólo en Cataluña hubo 56 donaciones hasta 1996, y la Generalitat ha iniciado una campaña para estimular estas cesiones.

La dificultad para conseguir un embarazo obliga a fecundar más de un óvulo en cada tratamiento de fecundación y a implantar varios de los preembriones conseguidos con el fin de que al menos uno anide en el útero y permita la ansiada gestación. La práctica habitual consiste en congelar los sobrantes por si la pareja quiere tener un segundo o tercer hijo.Muchas lo hacen. En el Instituto Dexeus de Barcelona, un 40% de las que acuden cada mes a tratamiento son repetidoras; otras olvidan sus preembriones almacenados. Y finalmente, hay parejas que no desean más hijos, lo que les enfrenta, hoy por hoy, a ellas y a sus médicos, a un verdadero dilema. La ley española dice que sólo se puede mantener la congelación de embriones cinco años pero, vencido el plazo, no permite su destrucción, como en el Reino Unido.

Hacia estas últimas va dirigida la campaña de donación iniciada por la Generalitat en el ámbito de las clínicas. Lo ha estimado necesario porque la decisión, probablemente tan delicada como la que tuvieron que tomar los primeros donantes de órganos, desalienta a muchos. "Es una idea difícil de asumir al principio", dice Luis Monset, director de Recursos Sanitarios de la Consejería de Sanidad. "Lo que echa para atrás a las parejas es pensar que un día se van a encontrar a un hijo suyo por la calle. Lo cierto es que les crea un conflicto ético o de sensibilidad. Pero tienen que comprender que un hijo es mucho más que una dotación genética", subraya Monset.

Con el desarrollo técnico obtenido hasta ahora, sólo un 15% de los embriones donados culmina en un nacimiento.

En los centros donde ha habido donaciones, como en Dexeus, se han establecido unas normas de actuación. La primera, explica la especialista en reproducción de ese centro, Montserrat Boada, es reservar esta posibilidad "únicamente a las parejas con problemas de esterilidad en ambos". Se estima que en esta situación se encuentra un 10% de quienes a acuden a la reproducción asistida, lo que ha provocado lista de espera para adopción. La donación es anónima y se procura que los receptores del embrión sean de zonas geográficas distantes de las de los donantes. Además, se tiene en cuenta una similitud de rasgos físicos, para lo cual se manejan fotos de ambas familias.

Sólo las clínicas conocerán la identidad de donantes y receptores por si hubiera que obtener algún dato en caso de un problema de salud del bebé, explica Amparo Ruiz, del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI).

Luis Zarraluqui, presidente de la Asociación de Abogados de Familia, discrepa de quienes opinan que este tema "no requiere una regulación especial". El abogado entiende que la donación y adopción de embriones "está planteando cuestiones no previstas en la ley de 1988". Desde su punto de vista, esta disponibilidad de embriones debería estar "regulada y limitada" con el objetivo prioritario de "cubrir lo más posible al hijo". Y apunta, entre otras cuestiones: "¿Se puede implantar un embrión a cualquiera? ¿Qué tipo de autorización deben dar los padres genéticos? Ya que la madre legal es la gestante, ¿qué papel se reserva al marido...?