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Ruiz-Gallardón autoriza una cantera de granito prohibida por Medio Ambiente

Vicente G. Olaya

El Gobierno regional ha antepuesto el futuro económico de Cadalso de los Vidrios a la defensa medioambiental de un monte de alto valor. Un decreto firmado por el presidente Alberto Ruiz-Gallardón y su consejero de Economía, Luis Blázquez, ha descatalogado el llamado Pinar del Concejo, una finca de 78 hectáreas que se encuentra dentro de una zona de especial protección para las aves (ZEPA), área bajo tutela de la Unión Europea.

La Consejería de Medio Ambiente había negado los permisos a una firma minera para explotar una cantera de granito. El Gobierno ha desprotegido el terreno para que allí se pueda extraer la piedra sin cortapisas y se puedan levantar tres industrias de transformación del granito. En septiembre de 1996, ante los destrozos que la cantera produciría,Medio Ambiente emitió una declaración de impacto negativa.

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El día 30, el Gobierno resolvió la discrepancia entre Medio Ambiente y Economía: "La ponderación de intereses arroja un resultado favorable a las canteras. Se evita así el deterioro económico de Cadalso, si tornase en definitivo el cierre de aquellas y quedaran paralizadas las inversiones". PASA A LA PÁGINA 3

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Las empresas mineras prometen invertir 550 millones en Cadalso y crear 80 empleos directos

El alcalde de Cadalso, Antonio Sibert, del PSOE, lo relata así: "La finca parecía un queso agujereado. En unos sitios se podía abrir, pero en otros no. Era algo absurdo. Es verdad que en los alrededores hay muchos pinos, pero el daño estaba hecho desde hacía mucho tiempo. Lo que Cadalso había pedido es que el monte dejase de ser de utilidad pública y pasase a ser de interés minero. Así se podría abrir todo el terreno sin informes de impacto ambiental".Además, la empresa minera Marcelino Martínez presentó recientemente en la Consejería de Economía un proyecto para construir una planta de trituración de granito, otra de fabricación de baldosas y una tercera de "transformación de espesores". Con estas industrias se conseguiría que todo el granito de Cadalso fuese tratado en la Comunidad de Madrid y no fuera necesario transportarlo a otras comunidades para su elaboración final. "La planta de trituración evitará, además, eliminar los inertes que se producen cuando se extrae la piedra. Esta nueva planta [la de trituración] machacará las piedras sobrantes y se podrán convertir en grava para carreteras", explica Sibert.

La inversión total prometida por Marcelino Martínez ronda los 550 millones, lo que supondrá la creación de otros 80 puestos de trabajo directos.

Con estos datos, el Ayuntamiento de Cadalso y las entidades mineras formaron un frente común a favor de la descatalogación del monte. Pero la declaración de impacto negativa elaborada por Medio Ambiente en 1996 pesaba como una losa de granito.

Por eso, el 20 de julio de este año, los responsables de las canteras presentaron un escrito de súplica ante el consejero de Economía, Luis Blázquez, "solicitando al Gobierno de Madrid que se manifieste en favor de los intereses económicos, sociales y laborales que es preciso proteger".

Ante tal situación, las consejerías de Economía y Medio Ambiente resolvieron sus disputas ante el Consejo de Gobierno. El Ejecutivo regional acordó, tras estudiar y sopesar ambas posturas, desproteger el monte del Concejo y excluir de evaluación de impacto las nuevas industrias prometidas. En compensación, la Consejería de Medio Ambiente recibirá una finca de 160 hectáreas, "más del doble de la superficie en que se realizan las explotaciones, con la finalidad de que se puedan preservar los valores medioambientales".

El alcalde de Cadalso, Antonio Sibert, cree que el consejero de Medio Ambiente, Carlos Mayor Oreja, cumplió con su deber. "Yo no le echo nada en cara, porque hizo lo que debía. Pero debe estar contento, porque se lleva una finca de 160 hectáreas, y además no debe preocuparse: entre el granito no crecen los pinos", afirma el regidor. El alcalde recuerda que, conforme se vaya extrayendo el material, los responsables de la cantera restaurarán la zona afectada. "Aquí tenemos muchas antiguas minas repobladas con pinos, y nadie nota la diferencia", asegura.

Sibert avanza que los canteros quieren igual trato para la otra mina existente en Cadalso. "Tiene sólo 40 hectáreas y los propietarios están dispuestos a ceder también otra finca de 80 hectáreas en compensación", concluye.

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Sobre la firma

Vicente G. Olaya
Redactor de EL PAÍS especializado en Arqueología, Patrimonio Cultural e Historia. Ha desarrollado su carrera profesional en Antena 3, RNE, Cadena SER, Onda Madrid y EL PAÍS. Es licenciado en Periodismo por la Universidad CEU-San Pablo.

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