El invernadero hecho sobre un vertedero produce 150 toneladas de tomate

El agroaldea (polígono agrícola) construido sobre terrenos del vertedero de San Marcos (Rentería) produce 150.000 kilos de tomate al año, según informaron ayer los responsables de esta instalación, que ocupa una superficie de 6.000 metros cuadrados de invernadero. El presidente de la Mancomunidad de San Marcos, Patxi Beloki, y el diputado guipuzcoano de Agricultura y Medio Ambiente, Iñaki Txueka, presentaron este novedoso aprovechamiento de unos terrenos asentados sobre miles de toneladas de basura que han sido sellados. Además, las instalaciones utilizan como calefacción el vapor generado por la planta que transforma el gas metano del vertedero en energía eléctrica. El invernadero funciona con un sistema de cultivo hidropónico en el que la tierra es innecesaria, ya que las plantas se desarrollan a partir de sacos de perlita. La alimentación de las plantas se efectúa a través de un sistema de riego por goteo que recibe las instrucciones desde un ordenador. José Antonio Odriozola, uno de los dos agricultores de la asociación Behemendi, que explota las instalaciones, podrá controlar en breve el funcionamiento del invernadero a través de un monitor instalado en su caserío, situado a tres kilómetros de San Marcos. Los resultados son manifiestos. Si en una huerta a cielo abierto la producción alcanza los 6-7 kilos de tomate por metro cuadrado, en los invernaderos de San Marcos la productividad es de 25 kilos en dos cosechas, lo que da una producción total de 150.000 kilos anuales. La construcción del invernadero ha costado 77 millones, de los que 45 millones han sido financiados por Behemendi y el resto, por la Diputación guipuzcoana. El propósito del Departamento de Agricultura y Medio Ambiente es usar los 13.000 metros cuadrados aún disponibles, dada la escasez de suelo apropiado en las proximidades de la capital guipuzcoana. Si se lleva a la práctica la ampliación de los invernaderos, la productividad hortícola de los terrenos de San Marcos se aproximaría a los 450.000 kilos de tomate. Odriozola advirtió que los invernaderos también podrán utilizarse para otros productos.