El presidente de la Junta califica de "pura anécdota" las contradicciones entre consejeros de su Gobierno

Las declaraciones contradictorias entre los consejeros de la Junta de Andalucía sobre si se pueden o no comer coquinas a raíz del vertido tóxico de las minas de Aznalcóllar son una "pura anécdota", afirmó ayer el presidente de la Junta, Manuel Chaves, en respuesta a una pregunta del portavoz del PP, Manuel Atencia, en la sesión de control del Parlamento. El jefe del Gobierno andaluz minimizó las versiones contrarias que, en ocasiones, ofrecen los miembros de su gabinete sobre asuntos como la riada tóxica o la reducción de la jornada laboral a 35 horas y aseguró que aunque puede haber declaraciones con "matices distintos" hay una "coincidencia total" en las políticas que se van a acometer. No opinó lo mismo el conservador Manuel Atencia, quien sostuvo que la "descoordinación" entre los miembros del Ejecutivo "confunde" a la opinión pública y juzgó necesario una crisis en el Gobierno autonómico para afrontar los últimos años de legislatura. Cambios El portavoz del PP aseguró que el cambio de Gobierno es "una necesidad urgente demandada por la sociedad" y recordó las disparidad de opiniones entre los consejeros de Medio Ambiente y Salud acerca del consumo de moluscos de Sanlúcar de Barrameda (el primero prohibió tomar coquinas y el segundo lo desmintió) o la parada en seco del consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, al titular de Trabajo, Guillermo Gutiérrez, sobre la retirada del decreto de reducción de la jornada laboral. "La característica habitual del Consejo de Gobierno es la descoordinación y es un síntoma que nos preocupa, sobre todo cuando se puede poner en riesgo los recursos de miles de andaluces", aseguró Atencia. Chaves quitó hierro a las discrepancias públicas por ser un "tema secundario" y "pura anécdota" y no responden "a un tema de fondo", por lo que concluyó que "no hay necesidad de plantear ningún tipo de crisis". Es más, en su opinión con el Gobierno actual la comunidad está viviendo "el mejor momento desde el punto de vista económico, político y social de toda la transición democrática". El presidente andaluz esbozó que quizás debiera ser el grupo popular el que se planteara un cambio en sus filas: "Desde 1980 están naufragando en su estrategia centrista y no van a poder centrarse ni con la ayuda de un compás", dijo.