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Una exposición celebra el 150º aniversario del primer "caballo de hierro" español

El Rey inauguró en Barcelona una gran exhibición sobre la historia y actualidad del tren

¿Hay algo más romántico que un tren? ¿Y algo más representativo de la transformación social y económica de una época? Pueden hablar de este mítico caballo de hierro escritores, ingenieros, arquitectos, economistas, historiadores, físicos, cineastas, condes, soldados o labradores. Esta visión poliédrica sobre lo que es el tren, cuál es su historia y su memoria, es el eje de la exposición Expreso al futuro, que el rey Juan Carlos inauguró ayer en la estación de Francia de Barcelona como acto central de las celebraciones del 150º aniversario del ferrocarril en España.

A las nueve de la mañana del 28 de octubre de 1848 comenzó la historia del ferrocarril en España. Un tren fabricado en Inglaterra, con 6 vagones de carga y 11 coches de viajeros, cubrió en 35 minutos la distancia entre Barcelona y Mataró (26 kilómetros) ante la expectación popular y el inicial chasco de un grupo de ciudadanos que se habían colado sin invitación en un vagón, el último, que se desenganchó justo antes de salir para evitar que pudieran vivir este momento de gloria. El impulsor del proyecto, el industrial indiano Miguel Biada, no iba en el convoy. Había muerto meses antes. Ayer, descendientes de aquel pionero entregaron a don Juan Carlos un cuadro con la reproducción de aquella primera locomotora en la inauguración oficial de la exposición Expreso al futuro, que hasta el 31 de enero puede visitarse en la estación de Francia de Barcelona, construida en 1929 en los mismos terrenos que acogieron aquel primer viaje.De hecho, y en honor a la verdad, el primer viaje ferroviario español se había realizado antes, en 1837, en la provincia de ultramar de Cuba y unía La Habana con la comarca de Güines. Tras el ya mencionado trayecto de Barcelona-Mataró -realizado con retraso respecto a la primera línea de servicio público del mundo, que en 1825 unió las localidades inglesas de Darlington y Stockton-, la expansión del ferrocarril fue espectacular y contribuyó a modificar de forma sustancial la vida y el imaginario colectivo de la sociedad española. Al principio la expansión se realizó a través de compañías privadas, pero, tras sufrir varias crisis y superada la militarización que supuso la guerra civil, se nacionalizaron en 1941 con la creación de Renfe. La competencia del automóvil y el avión amenazó seriamente la supervivencia del tren en los años del desarrollismo, si bien en la última década ha vuelto a convertirse en un transporte con futuro.

Recorrido temático

Expreso al futuro, exposición organizada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles, ocupa 7.000 metros cuadrados y está dividida en cuatro grandes áreas. Una parte se plantea como un recorrido temático por la historia, evolución y actualidad del ferrocarril a través de fotografías, carteles, vídeos documentales, planos, gráficos, audiovisuales, escenografías y unas 350 piezas entre las que no faltan maquetas de trenes, puentes y estaciones, maquinarias de distintas épocas, una colección de relojes de jefes de estación, mobiliario original de antiguas estaciones, uniformes y todo tipo de elementos relacionados directa o indirectamente con los trenes. Las distintas áreas temáticas -desde las fuentes de energía a las infraestructuras, pasando por los viajeros, la publicidad o las líneas- están organizadas a su vez cronológicamente con el objetivo, explica el comisario de la exposición, Juan Manuel Jiménez Aguilar, de "combinar la evocación del pasado con el futuro del ferrocarril en España, que es muy ilusionante".Otro apartado de la exposición será sin duda la envidia de los amantes de los trenes de juguete. Consiste en una gran maqueta a escala HO que ocupa una superficie de 213 metros cuadrados, incluye casi un kilómetro de vías y permite que puedan circular al mismo tiempo 59 trenes -reproducciones fieles de ferrocarriles que circulan o han circulado por las vías españolas- por un territorio que reproduce de forma esquemática diversos paisajes. También cuenta con reproducciones de algunas de las estaciones y puentes españoles más representativos, como el viaducto de Lozoya o la estación de Santa Justa en Sevilla. La maqueta ha sido construida en el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Públicas del Ministerio de Fomento para esta exposición.

Un espectáculo multimedia con retazos de filmes históricos y aplicación de tecnología 3D propone, en otro apartado, un viaje imaginario por la historia y el futuro del tren. Pero, ya tocando la realidad, seguramente la parte más espectacular es la presencia física en la estación de auténticos trenes. Desde el más antiguo que se conserva, la máquina Martorell construida en 1854, al más moderno, el nuevo prototipo del Talgo que aún no ha entrado en funcionamiento. Entretanto, el público puede admirar y también visitar, por ejemplo, La Confederación, que en su momento alcanzó el récord de máquinas de vapor con posibilidad de circular a 150 kilómetros por hora, varios ferrobuses, diversas locomotoras eléctricas, el moderno tranvía de Valencia, vagonetas de minas y todo tipo de vehículos que se utilizan o se han utilizando en las redes ferroviarias españolas.

El coste de la exposición supera los 400 millones de pesetas y los organizadores confían en recibir unos 300.000 visitantes.

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