Lázaro Carreter anima a políticos y a escritores a que fomenten el uso del español en el mundo
, Tras un discurso apoyado en la estadística, en los datos puros y duros y poco alentadores sobre la expansión de la cultura en español en el mundo, el director de la Real Academia Española desde 1991, Fernando Lázaro Carreter (Zaragoza, 1923), subrayó que vale la pena seguir en la brecha. "Y serán los científicos, los políticos y los escritores, entre otros, los que harán leer y respetar el español en el mundo", manifestó el director de la Academia, quien abandonará este puesto en diciembre, durante la entrega del Premio "C" de Oro de la Comunicación. Este premio, que reconoce su contribución a la mejora de la lengua española, se lo entregó ayer el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, ante un centenar de asistentes entre los que se encontraban el ex fiscal general del Estado, Carlos Granados; el magistrado y ex juez de la Audiencia Nacional Miguel Moreiras, y el presidente del gremio de editores y libreros, Juan de Isasa.El galardón es otorgado por el Club de la Comunicación, una asociación profesional privada creada hace 10 años que se dedica a difundir la importancia de la profesión y de la ética de la comunicación en instituciones y empresas y que valora la contribución de los galardonados a la mejora de la lengua española.
El autor de El dardo en la palabra (Galaxia Gutenberg), cuyo éxito de ventas, cercanas a los 200.000 ejemplares, le ha pillado de sorpresa, lamentó que, según su datos, en 1994 se tradujeran al francés 6.700 obras; al italiano 1.700 y 933 al español, pese a que el 6% de los habitantes del mundo tiene este idioma como lengua oficial, un índice mucho mayor que el francés (1,8%) y que el italiano, que apenas llega al 1%. Pero la renta per cápita de los habitantes de esos países está en orden inverso, se quejó Lázaro Carreter. Los francófonos participan con un 11,5% en la renta mundial; los italianos con un 6,9% y los españoles con un 6,3%. Y todos los países de habla inglesa disfrutan del 42% de la renta mundial.
