Plan Renove para mulas

,En los tiempos que corren de Internet y teléfono móvil, reivindicar el papel de la mula suena a demanda trasnochada. Sin embargo, una asociación malagueña lleva varios años empeñada en que se reconozca la importancia de estos animales y su contribución en las labores agrícolas. Con este propósito, sus integrantes han elevado una singular propuesta al Parlamento: que en los próximos presupuestos de la comunidad se destine una partida para acometer un Plan Renove mular. La iniciativa ha partido de la Asociación de Defensa de la Mula de Arenas, un pueblo malagueño donde hay censados 1.200 habitantes y 100 de estos équidos. La idea no es más que "una imitación" de los planes que ya se han aplicado en un par de ocasiones para modernizar el parque de vehículos a motor. La petición remitida a mediados de la semana pasada a la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento no precisa cuánto debería pagarse por la mula vieja, qué se haría con ella y qué mecanismos se utilizarían para evitar la picaresca. La organización desconoce cuántos de estos animales hay en Andalucía, pero tiene claro que su iniciativa contribuiría al rejuvenecimiento de la cabaña mular, dinamizaría las ferias de ganado, favorecería el cultivo ecológico y evitaría la desaparición de este híbrido, producto de la cruza de yegua y burro o burra y caballo. Ildefonso Dell´Olmo, presidente de la comisión parlamentaria, no le ha hecho ascos a la propuesta: "Me parece acertado que una asociación defienda a estos animales y estudiaré la idea. Estoy de acuerdo con que se potencie su cría, aunque cualquier decisión en ese sentido debería ir pareja al apoyo que se dé al borrico". Una mula puede costar entre 100.000 y 200.000 pesetas. Un burro vale algo menos. Así que Dell´Olmo hizo cálculos y lanzó otra idea: subvencionar con unas 75.000 pesetas el cambio de las mulas y con 25.000 el de los burros. El parlamentario aclaró que el plan exigiría definir la cuantía de las ayudas, el destino de los animales viejos, la elaboración de un censo y la creación de controles para garantizar que se cumplan sus objetivos. Antonio Ruiz Pretel, secretario de la asociación -quien en sus tiempos de alcalde puso en marcha la Feria de la Mula que ya va por su tercera edición- propone que los técnicos de la administración autonómica valoren cuánto podrían aportar por cada animal que se retire. "Es muy simple. Igual que con el coche, te lo valoran y te exigen que aportes unos papeles. Pero hay que estudiarlo y tiene que ser serio para que realmente contribuya a renovar la cabaña mular. Quien tiene un animal de estos para arar, para cargar aceitunas o almendras, después de 15 ó 20 años ya no le es útil porque es viejo. Su conservación es importante por aquello de la biodiversidad, pero además es un instrumento muy válido para la agricultura ecológica", se despacha Ruiz Pretel. Este exótico Plan Renove y la Feria de la Mula no son las únicas iniciativas del municipio de Arenas en su defensa de estos équidos. Una mula fue su regalo de bodas a la infanta Cristina. La defensa que los vecinos del pueblo hacen de este animal tiene fundadas razones. Y es que, sin estos équidos no podrían cultivar las escarpadas laderas de sus campos. A Pascual Rovira, miembro de la Asociación para la Defensa del Burro de Rute, la iniciativa no le convence. Aunque no pone en duda la buena fe de los vecinos de Arenas, cree que la idea no tiene futuro. "¿Qué va a pasar con el animal viejo? Sería lastimoso que acabara en manos de un tratante de ganado que lo llevara al matadero. Las iniciativas tienen que ser serias, si no, la protección de los animales en manos de los políticos, muchas veces, se convierte en un parcheo y en una pura patraña electoral", comentó.