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Acuerdo en Alemania para el abandono irreversible de la energía nuclear

Pilar Bonet

El Gobierno de coalición entre socialdemócratas y Los Verdes emprenderá una política encaminada al abandono "irreversible" de la energía nuclear en Alemania, pero lo hará con el visto bueno de la industria energética y, de entrada, sin plazos fijos, según el trato cerrado ayer por un grupo reducido de dirigentes de los dos partidos. El acuerdo, que aborda uno de los asuntos básicos de Los Verdes, da un plazo de un año a los representantes de la industria y a los políticos para consensuar el proceso de desnuclearización.

Si la industria y los políticos no alcanzan un consenso para noviembre de 1999, el Gobierno tomará la iniciativa y procederá a regular legalmente los plazos de la desnuclearización. Para que no quede duda del rumbo emprendido, el nuevo Gabinete modificará inmediatamente la ley de energía atómica. Este documento, que entró en vigor en 1960, establece que el Estado apoya el desarrollo de la energía atómica con fines pacíficos. Ahora, a tenor de los nuevos tiempos, la ley fijará la voluntad de abandonar la energía nuclear. El presidente de Los Verdes, Jürgen Trittin, representante de los sectores denominados izquierdistas, dijo ayer que suponía que en los próximos cuatro años se cerrarán las primeras centrales nucleares alemanas. Trittin ocupará el puesto de ministro de Medio Ambiente en el Gobierno rojiverde.En su programa electoral, Los Verdes pedían el "abandono inmediato" de la energía nuclear. Dada la correlación de fuerzas entre ellos (47 diputados o 6,7% de los votos) y los socialdemócratas (298 diputados o 40,9% de los votos), estaba ya claro de antemano que no conseguirían este objetivo fundamental del partido. En sus 18 años de existencia, Los Verdes han luchado contra la energía atómica con protestas y manifestaciones en centrales, descampados y vías férreas.

En las negociaciones de coalición, Los Verdes lograron imponer otros puntos de su programa de abandono de la energía nuclear, tales como la interrupción de los transportes de residuos radiactivos al extranjero. A tenor del pacto, los residuos serán guardados en depósitos provisionales en las inmediaciones de las centrales que los producen. Varios depósitos definitivos de residuos (Morsleben, Gorleben o la mina Konrad), situados en diversas zonas de Alemania, serán clausurados o abandonados.

El nuevo concepto de almacenamiento de basura radiactiva en Alemania puede, sin embargo, ocasionar otros problemas, ya que topa con regulaciones previamente adoptadas y obligaría a Estados como Baviera a crear sus propias instalaciones.

El acuerdo debe ser aprobado por los militantes de Los Verdes en un congreso que se celebrará el 23 de octubre. Ursula Schönberger, que ha sido portavoz en política nuclear de Los Verdes, pronosticó grandes discusiones. Las reacciones al acuerdo alcanzado fueron diversas. La organización ecologista Greenpeace lo consideraba como "insuficiente", y un experto de la organización, Heinz Laing, manifestó a la agencia DPA que "no puede ser que el Gobierno quiera negociar la cuestión del abandono con la industria sin tener un plazo fijo". La industria energética se mantuvo ayer reservada. Antes, Wilhelm Simson, el director de la empresa Viag, que gestiona cuatro centrales nucleares de las 19 que tiene Alemania, había manifestado que éstas deberían funcionar de 35 a 40 años para poder ser amortizadas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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