Rabat espera que se renueven las licencias de pesca para la UE

El ministro marroquí de Economía, Fathalá Oulalou, dio a entender ayer que Marruecos y la Unión Europea podrán firmar un nuevo acuerdo de pesca, del que se benefician esencialmente España y Portugal, aunque se deberá tener muy en cuenta "la protección de los recursos pesqueros". Un colaborador del ministro, Hassan Sergini, insistió en la necesidad de "garantizar el futuro de la pesca sin agotar los recursos".

Hasta ahora, las autoridades marroquíes, empezando por su ministro de Agricultura y Pesca, Habib el Malki, habían insistido en que el actual acuerdo, que expira en el otoño de 1999, será el último. Las intervenciones de ayer parecen indicar que Rabat ha flexibilizado su postura, aunque está claro que cualquier acuerdo supondrá una reducción de las capturas.

El presidente del Gobierno español, José María Aznar, recibió ayer en La Moncloa a Oulalou, y a otros tres ministros marroquíes -los de Justicia, Omar Azziman; Comunicación, Mohamed Lhardi, y Exteriores, Abdelatif Filali, que habían participado en la clausura de un seminario titulado Marruecos en el umbral del siglo XXI: Ambiciones y grandes reformas, organizado por la Agencia Española de Cooperación Internacional, con el que el Gobierno marroquí ha intentado dar a conocer en España las reformas democráticas y económicas que está llevando a cabo.

En la última jornada del seminario se abordaron los problemas hispano-marroquíes. Lo hicieron, sobre todo, los empresarios españoles con negocios del otro lado del Estrecho. En previsión de que las capturas de los pescadores españoles se reduzcan, José María de la Casa, Director de Relaciones Internacionales de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), animó a los hombres de negocios a pensar en otros sectores de cooperación con Marruecos al margen de la pesca.

Trabas burocráticas

José Miguel Zaldo, presidente del comité hispano-marroquí de la CEOE, lamentó, por su parte, las trabas burocráticas para invertir en Marruecos, a pesar de lo cual unas 800 empresas están ya instaladas allí. Con el actual Gobierno, se alegró, los obstáculos tienden a reducirse. Estos inconvenientes hacen que "algunos empresarios se marchen, pero los que se han quedado siempre han ganado", aseguró.Aldo Alcese, inversor en Marruecos, solicitó a los políticos que los contenciosos de la pesca y de Ceuta y Melilla no contaminen las relaciones económicas. "No hay que trasladar la batalla política al campo económico y social", declaró Alcese, que asesoró al Banco Mundial sobre la economía marroquí.

De la Casa señaló que en los últimos cinco años la inversión española en el otro lado del Estrecho se había duplicado, pero recordó que su monto representa sólo la mitad de la que han efectuado las empresas francesas.