Un instrumento de inspección

El TAIR ha levantado ampollas entre muchos de los médicos que lo utilizan. La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) se ha quejado de que la implantación de "un instrumento de inspección" no se ha consultado con los facultativos. También hay protestas sobre los fallos del aparato (14.000 partes de incidencias con 18.184 aparatos).Es frecuente la queja de que no reciben retorno de los datos que ellos introducen en el sistema, dice Amalia Velázquez, presidenta de la Sociedad Española de Médicos de Familia (SEMFIC).

A otros, sin embargo, el TAIR les ha facilitado la tarea. Por ejemplo a José Luis Engel, medico de Atención Primaria de un centro de Tres Cantos, localidad madrileña donde se empezó a implantar el sistema. Hoy en su consulta incluso dispone de un flamante y recien instalado ordenador que hará en breve las funciones del TAIR. "A mí no sólo no me ha interferido en la relación con el paciente, sino que me ha facilitado mucha burocracia", asegura. Y no teme un posible uso indebido de los datos. "La prescripción ya está en más manos, en las de los farmacéuticos por ejemplo. Por otro lado, la explotación epidemiológica de esta información me será muy útil como clínico".

La informatización de las consultas, que se prevé culminar en ocho años e invertir 15.000 millones, dejará obsoletos los TAIRES (excepto para visitas domiciliarias) ya que el proyecto es que la receta se imprima en formato folio directamente desde el ordenador del médico.