Liber 98 abre con la mirada puesta en Latinoamérica y en el fomento de la lectura

Liber 98 se inauguró ayer en Barcelona con unas palabras de la ministra de Educación y Cultura, Esperanza Aguirre, en las que insistió en la necesidad de fomentar las exportaciones a Latinoamérica y, en lo que se refiere al mercado interior, fomentar la lectura a través de las bibliotecas. Juan de Isasa, presidente de la Federación de Gremios de Editores, comentó la necesidad de la industria del libro de estar en Europa e Iberoamérica, y advirtió que "la edición española está en un momento delicado, ya que la creatividad no se corresponde con un aumento de lectores".

En la mesa presidencial de la inauguración de Liber 98 había ayer hasta quince personas, representativas de las distintas administraciones y de los distintos sectores del libro. El libro, por lo que se ve, preocupa. Juan de Isasa hizo referencia en su alocución a "los momentos de tensión que se vivieron en la inauguración de Liber el pasado año", cuando la polémica por el precio fijo centró todos los debates. "A lo largo de este último año", añadió, "todos hemos hecho esfuerzos por superar las diferencias". El precio fijo, sin embargo, la lucha contra la reprografía ilegal y el estímulo de las pequeñas industrias siguen siendo prioridades de los profesionales del libro.Isasa se manifestó "moderadamente optimista" ante las cifras de exportación y elogió el Liber como "un escaparate anual del esfuerzo de los que hacen posibles los libros".

El consejero de Cultura de la Generalitat, Joan Maria Pujals, empezó su discurso con un elogio de Tirant lo Blanc y manifestó que "Cataluña es un país abierto a todas las novedades y a la cultura del libro".

El embajador de Brasil, Carlos Moreira, expresó su gratitud por figurar por segundo año consecutivo como país invitado y recordó que "la industria editorial brasileña está entre las diez primeras del mundo".

Gran cita anual

Esperanza Aguirre fue la última en hablar y calificó el Liber como "la gran cita anual del libro hispanoamericano", dio la bienvenida a Brasil y precisó que "la política cultural del libro tiene que inscribirse en un marco más amplio de política cultural y educativa". En este sentido insistió en la necesidad de fomentar la lectura a través de las bibliotecas, tanto escolares como públicas.En lo que se refiere a la promoción exterior del libro español, la ministra comentó la necesidad de favorecer la libre circulación del libro entre los países iberoamericanos y recordó que el repertorio integrado que se ha emprendido reúne un millón de registros de 16 países y supone "un esfuerzo importante en la catalogación común".

"Aunque persistan algunas deficiencias", recordó la ministra, " se están eliminando las barreras de la libre circulación del libro en Latinoamérica". Finalizó elogiando "la gran vitalidad de la literatura brasileña".

En el recorrido inaugural por el palacio ferial número 4 de Montjuïc, Esperanza Aguirre se detuvo especialmente en la caseta de Brasil, donde estuvo hojeando con interés una traducción brasileña de Tirant lo Blanc hecha directamente del catalán por Claudio Giordano.

Entre los escritores brasileños invitados a Liber 98 podían verse ya en la inauguración a autores como Paulo Coelho, convertido en un fenómeno de superventas en todo el mundo a partir de la edición de su novela El alquimista.

Feria de Francfort

Peter Weidhaas, director de la Feria del Libro de Francfort, asistió ayer a la inauguración como invitado. Preguntado sobre la feria que dirige, que se inaugura el próximo 7 de octubre, manifestó que sigue gozando de una excelente salud, ya que está consolidada desde hace años como punto de cita de la edición mundial."Se observa una concentración de editoriales en grandes grupos", comentó, "pero la salud de la feria sigue siendo buena y continúa en alza. Hemos ganado espacio y hay una mejor distribución de las casetas".

En los 4.700 metros cuadrados que ocupa este año Liber están representadas un total de más de 800 empresas editoriales. Entre los editores se insistía ayer en que este tipo de ferias tienen especial interés porque permiten estrechar los contactos con los profesionales del libro en Latinoamérica.