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LAS CUENTAS DEL ESTADO

El Gobierno estima que el empleo crecerá un 2,8% en 1999, un punto menos que la economía

El Consejo de Ministros aprobó ayer los Presupuestos del Estado y de la Seguridad Social para 1999, el año de nacimiento del euro. España se adentrará en la moneda única con un crecimiento real del 3,8% (6% si se cuenta la inflación), según la previsión del Gobierno, pero el empleo aumentará un punto menos (2,8%). Se crearán 369.000 nuevos puestos de trabajo, frente a los 408.000 de 1998.En este marco, los Presupuestos del Estado prevén situar el déficit en el 1,3% del PIB (1,6% para el Estado, la Seguridad Social, las comunidades autónomas y los ayuntamientos), medio punto menos que en 1998 y dos décimas menos de lo previsto en el Programa de Convergencia. Esto supone una reducción aproximada de medio billón de pesetas. El gasto crecerá un 3,8% y los ingresos un 4,9%, con una inflación del 1,8%, frente al 2,1% en 1998.

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El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, presentó ayer estos Presupuestos como "adaptados a un entorno que puede ser cambiante", en referencia a la actual crisis financiera internacional. Persiguen lograr "la convergencia real", un objetivo ya alcanzado este año, según Rato, al crecer España un punto por encima de la UE y mantener la estabilidad en precios y en déficit.

Prudencia y ambición

Rato calificó su previsión sobre el empleo de "prudente", y su objetivo de inflación, de "suficientemente ambicioso". Es verdad, reconoció, que España ha aumentado en los últimos meses su diferencial de precios con la UE, pero "estamos en una situación distinta a la de otros años, ya que ahora crecemos el 4% con la inflación en el 2%".La actividad económica, por su parte, se basará en la inversión privada (aumento del 10%), en menor medida que en el consumo (3,8%) y que en el sector exterior (restará 1,3 puntos al crecimiento). Como consecuencia de la crisis financiera, todas estas variables han sido revisadas en unas décimas respecto del cuadro macroeconómico para 1999 aprobado a finales de julio.

De las cifras avanzadas ayer se desprende que el Gobierno ha diseñado un Presupuesto apenas dañado por la crisis financiera internacional. Incluso se da el beneficio añadido de que la inflación no tendrá un acicate exterior. "No estamos en un escenario de recalentamiento de la economía", afirmó Rato.

Es, por el contrario, un Presupuesto que se permite aumentar el gasto público (3,8%) por encima de la inflación (1,8%) y en un porcentaje igual al del crecimiento económico real (3,8%). Para 1998, lo previsto es que los pagos crezcan un 0,2%.

"No estamos ante una explosión del gasto", aseguró Rato. Al tiempo, explicó que la inversión pública total crecerá un 6,1% y un 8,8% sólo la gestionada directamente por el Estado. Hay que tener en cuenta que la inversión pública ha sido la partida que más ha sufrido el ajuste del gasto en los últimos años.

También influye que el año que viene hay elecciones municipales y autonómicas y que el apoyo de CiU a los Presupuestos se ha condicionado al aumento de la inversión pública.

El gasto en sanidad aumentará un 9%, debido en parte a que esta partida se financiará el año que viene en su totalidad con cargo a los Presupuestos del Estado. Otras prioridades, explicó Rato, son Educación, Justicia y profesionalización de las Fuerzas Armadas. Todas ellas "son políticas esenciales para el Gobierno", defendió Rato, "y son importantes para modernizar la economía".

Menos intereses

Únicamente se reduce en 150.000 millones la partida destinada a pagar los intereses de la deuda pública, gracias al recorte del precio del dinero que impone la convergencia con la UE. Los gastos corrientes aumentarán un 3,6%, es decir, por debajo de la media. Las pensiones y los sueldos de los funcionarios se revalorizarán un 1,8%.En cuanto a los ingresos, la previsión es que crezcan un 4,9% en 1999, por encima del 3,2% previsto para 1998. El aumento para el año próximo es inferior al 6% de crecimiento nominal de la economía (añadida la inflación). Por este motivo, la presión fiscal del Estado bajará dos décimas, desde el 20,1% en 1998 hasta el 19,9% el año próximo.

Sólo está prevista una subida del 1,8% en el impuesto especial que grava los hidrocarburos, lo que supondría 20.000 millones de pesetas de aumento sobre la recaudación de 1998 (1,3 billones de pesetas). Para un litro de gasolina súper, por ejemplo, el impuesto es ahora de 66,2 pesetas, luego la subida supone 1,19 pesetas. Para la sin plomo es prácticamente lo mismo (1,10 pesetas sobre 60,75) y para el gasóleo 0,80 pesetas sobre 44,10.

El resto de los impuestos especiales -tabaco y alcohol- se mantienen. Bajarán las retenciones del impuesto sobre la renta en una cuantía que se determinará a finales de este año y se mantendrán las tasas en sus importes actuales. No se descarta una subida del impuesto que grava los seguros de riesgo (el 6%).

El elevado crecimiento económico previsto hará, como ya sucede este año, aumentar los ingresos por IVA y aún todavía algo más la recaudación del impuesto de sociedades. Las privatizaciones, por el contrario, serán muy residuales.

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