Cristina Iglesias expone en Miengo antes de ir al Guggenheim

La sala Robayera, propiedad del Ayuntamiento de Miengo, celebra sus 10 años de vida con una muestra de la escultora guipuzcoana Cristina Iglesias, que tiene anunciado un montaje en el Museo Guggenheim de Bilbao. Experta en la utilización del hormigón y el hierro, expone aquí seis dípticos de gran tamaño partiendo de la serigrafía sobre cobre. Miengo tiene unos 4.000 habitantes dedicados a la ganadería y el turismo y el presupuesto municipal asciende a unos 200 millones de pesetas."Lo que pretendimos al fundar la sala", dice su director, el pintor Juan M. Fuente, "fue demostrar que era posible la descentralización del arte. Esto es, que los grandes acontecimientos artísticos saliesen de vez en cuando fuera de las principales poblaciones del país para asentarse en pequeños pueblos como el nuestro. En la Robayera se han montado en estos años unas 60 exposiciones individuales y varias colectivas. Las obras de Chillida, Tàpies y Miró y otros grandes creadores han pasado por aquí".

La sala ha visto consolidado su prestigio no sólo en Cantabria, sino en el resto del país y no es extraño que las más destacadas galerías ofrezcan sus artistas al Ayuntamiento, interesadas en colaborar con la Robayera, nombre que lleva también una playa de la comarca.

Durante la última década, Miengo ha conocido dos alcaldes de diferente signo político y al socialista le ha sucedido otro del Partido Popular. Pero como manifiesta Fuente, "la cultura y el arte son conceptos universales y apolíticos". En posesión de un valioso legado constituido por múltiples obras cedidas por los artistas que aquí expusieron, la Robayera proyecta fundar un museo. Antes y después de Cristina Iglesias, quien próximamente expondrá en el Guggenheim de Bilbao, otros artistas españoles como Susana Solano, Juan Muñoz, Juan Uslé, el italiano Salvatore Rabo y el argentino Julio Le Parc habrán pasado en 1998 por Miengo. Como actos paralelos se han realizado un concierto conmemorativo a cargo de una orquesta alemana y la edición de una litografía de Hernández Pijoán.