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Se vende central nuclear

Dos compañías eléctricas sacan a subasta Valdecaballeros, que podría convertirse en un parque temático

Los ecologistas pueden respirar tranquilos tras 24 años de lucha. La central comienza a desmantelarse por la ley de la oferta y la demanda. Lo dice un anuncio publicado en el BOE el pasado día 15. Oficialmente no se utiliza la palabra venta. Es un concurso para la gestión de la desinversión de los grupos I y II. Quien esté interesado en la compra puede, incluso, visitar el material puesto a la venta. Eso sí, para coordinar la fecha de visita y proceder a la entrega de documentación deberán dirigirse por teléfono a la jefatura de emplazamiento. La noticia ha sorprendido a la sociedad extremeña, pero no a los empresarios, que ya toman posiciones.El grupo Promociones Turísticas de Extremadura (Proturex) anunció la presentación de una oferta cuya cuantía por el momento se reserva. El objetivo es reconvertir una central nuclear del siglo XX en un parque temático del siglo XXI, con una inversión que supere los 10.000 millones de pesetas, según el jefe de prensa de la sociedad, Alfredo Bartolomé. Proturex desembarcó en la zona de Valdecaballeros en 1996, y adquirió parte de los terrenos y posesiones que tenía la central. El grupo que preside Jesús Díaz Franco transformó la antigua residencia de empleados en una hostería, acondicionó y puso a la venta 150 viviendas unifamiliares y abrió al público un balneario de aguas termales que permanecía cerrado hace un cuarto de siglo. Según Proturex, "el gran éxito ha sido saber ver el uso alternativo de toda esta infraestructura para reconvertirlo en uno de los proyectos de turismo interior más importantes de toda España". Esta sociedad busca para su proyecto de parque temático la participación de la Junta de Extremadura y algunas fuentes señalan que la NASA, Coca-Cola e IBM también están interesadas en la idea.

La historia de la CNV se remonta a 1974, cuando Hidroeléctrica y Unión Eléctrica solicitaron al Gobierno autorización para construir una planta nuclear con dos reactores de 975 megavatios de potencia. Apenas un año después, Unión Eléctrica traspasó su paquete de acciones a Sevillana de Electricidad, y en otoño de ese mismo año apareció en el BOE la autorización previa para su construcción. Desde ese mismo instante el movimiento ecologista, encabezado por la asociación Adenex, mostró su rechazo a la instalación nuclear.

El presidente de Adenex, Santiago Hernández, recuerda ahora cómo en 1979 el Gobierno de UCD, "aprovechando el verano, otorgó la autorización para su construcción definitiva". Dos años después, más de 120 alcaldes se encerraron en Villanueva de la Serena y el 1 de septiembre de 1979 se celebró en esta localidad la manifestación más multitudinaria de la historia de Extremadura, con 50.000 personas pidiendo la paralización de las obras.

La victoria electoral del PSOE dio un vuelco a la situación y, en 1994, el Consejo de Ministros acordó la definitiva paralización de la central nuclear de Valdecaballeros y su no inclusión en el Plan Energético Nacional. Algunos colectivos fueron más allá y pidieron incluso su demolición. A partir de entonces surgieron todo tipo de especulaciones: desde su reconversión en una central de gas hasta su transformación en un museo o parque tecnológico.

La central nuclear de Valdecaballeros está situada en la cabecera del Plan Badajoz, muy cerca de la zona de los lagos que abastecen a los regadíos del Guadiana. Zijara, García Sola y Orellana son tres grandes masas de agua. La instalación nuclear está ubicada entre grandes encinas que otorgan al paisaje un atractivo especial. La belleza de la zona ha atraído a numerosos amantes de la naturaleza, que han decidido vivir en este enclave extremeño, situado prácticamente a la misma distancia de Madrid, Badajoz y Sevilla. Miguel Ángel García Valmorismo, alcalde de Valdecaballeros, ha sido el primer sorprendido con el anuncio de la venta. Tuvo conocimiento a través de una carta que le dirigieron las compañías eléctricas, y aclara que Iberdrola y Sevillana se reservan por el momento los edificios y las tierras. Sólo venden lo que hay dentro. Y es mucho, porque el grupo I estaba prácticamente terminado cuando se produjo la moratoria nuclear: "Pregunté si vendían los edificios y las fincas, porque el Ayuntamiento podría estar interesado en adquirir tierras, y me dijeron que no, que sólo vendían el contenido".

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