El Gobierno adelanta a 1999 la renovación del pacto sobre pensiones

El Gobierno quiere llegar a las elecciones previstas en principio para el año 2000 con el futuro de las pensiones despejado. Ayer ofreció a los dos principales sindicatos alcanzar un acuerdo durante 1999 para renovar el Pacto de Toledo sobre pensiones, cuya vigencia termina precisamente en el año 2000. En cumplimiento de este acuerdo, la sanidad correrá el año próximo totalmente a cargo de los Presupuestos del Estado.

Los ministros de Economía y de Trabajo, Rodrigo Rato y Javier Arenas, se reunieron ayer con los secretarios generales de UGT y CC OO, Cándido Méndez y Antonio Gutiérrez, para tratar sobre los presupuestos de la Seguridad Social en 1999. En fechas próximas se celebrará otra reunión para el mismo fin con la patronal CEOE.Tras el encuentro de ayer, el vicepresidente segundo y ministro de Economía hizo su ofrecimiento a las fuerzas sociales de negociación de un nuevo Pacto de Toledo durante 1999.

Gutiérrez explicó, por su parte, que se trata de abordar el futuro de las pensiones con tiempo suficiente y de no llevar a cabo este debate "en un clima político difícil". Se refería a la dinámica electoral que, como muy tarde, se abrirá a finales del año próximo.

El Gobierno, por su parte, quiere llegar a esa cita ante las urnas con el frente de las pensiones pacificado. Al hilo de la renovación del acuerdo se deberá resolver el escollo del denominado complemento de mínimos; es decir, la cantidad con que se han de completar las pensiones que no llegan al mínimo fijado legalmente.

La solución quedó abierta en el pacto todavía vigente, porque no se consiguió llegar a un acuerdo. Se trata de determinar si estos complementos siguen a cargo de la Seguridad Social, como hasta ahora, prácticamente en su totalidad, o deben financiarse a través de los Presupuestos del Estado, en una cantidad que para 1999 supone 670.000 millones de pesetas.

Quejas sindicales

La aportación realizada este año por el Estado a la Seguridad Social con este fin ronda los 16.000 millones de pesetas, y aumentará un 1,8% en 1999. Para Gutiérrez, no se puede ir en un sólo año a la separación total de fuentes de financiación, pero "el Gobierno se estira muy poco". Méndez juzgó la aportación del Estado "claramente insuficiente".Esa separación de fuentes será, sin embargo, completa en 1999 en el caso de la sanidad. El Estado completará su aportación con 103.000 millones de pesetas, lo que supone descargar totalmente a la Seguridad Social de esta partida. Dicho de otra forma, los gastos sanitarios se pagarán con impuestos y no con cotizaciones sociales.

Tanto los ministros como los dirigentes sindicales coincidieron en afirmar ayer que el futuro de las pensiones está garantizado. "No existe riesgo financiero ni para la Seguridad Social, ni para las pensiones públicas", afirmó Rato.

Para 1999 se prevé que la Seguridad Social tenga un déficit del 0,1% del PIB -88.000 millones de pesetas- y que el Estado le haga un préstamo de 210.000 millones.