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Una "ikastola" de Vitoria rechaza a una limpiadora por no saber euskera

La directora de la ikastola Toki Eder de Vitoria expulsó del centro el pasado miércoles, día que comenzaba el curso escolar, a una trabajadora de la limpieza por no hablar euskera. El concejal de Función Pública del Ayuntamiento, Alfredo González, de UA, quien dio a conocer públicamente el hecho, calificó de "aberración" primar los criterios lingüísticos sobre "el buen desarrollo de las tareas de limpieza". Mientras, la directora de la ikastola explicó que el Ayuntamiento ha incumplido los términos de una carta enviada por su departamento de Educación hace unos meses, en la que se comprometía a suministrar a cinco ikastolas, entre ellas Toki Eder, trabajadores del servicio de limpieza que hablaran euskera. El servicio de mantenimiento de los centros educativos corresponde al Ayuntamiento, después de que el Gobierno le transfiriera esta responsabilidad hace unos meses. Sólo la ikastola Toki Eder ha adoptado una medida tan drástica. Los otros cuatro centros han aceptado a los trabajadores. El concejal de UA señaló que la directora de Toki Eder retiró las llaves de las instalaciones a la empleada municipal y la expulsó del centro. "Los trabajadores seleccionados para efectuar las labores de limpieza", precisó González, "pertenecen a una bolsa de trabajo ordenada según la puntuación obtenida en unas pruebas previas, donde el euskera era un mérito y no un requisito". En esta línea, añadió: "Por el capricho de una directora no podemos saltarnos los requisitos legales que conlleva hacer unas oposiciones, porque mañana, para pintar una pared, el operario de turno tendrá la obligación de saber euskera. Una cosa es el modelo lingüístico del centro y otra, las condiciones laborales". El edil ha enviado una carta al delegado de Educación de Álava, Josu Gangoiti, en la que le pide que aclare si la actitud de la directora es unilateral o responde a una orden del Gobierno vasco. La directora de Toki Eder, quien no quiso dar su nombre y recalcó que actuó y que hablaba como representante de todo el consejo escolar del centro, formado por padres, alumnos, profesores y un representante municipal, señaló que la expulsión no tiene nada que ver con la trabajadora, sino con "el incumplimiento del acuerdo que cinco ikastolas alcanzamos con el consistorio para que el personal de limpieza supiera euskera". "En junio", recordó, "cambiaron a las limpiadoras y conserjes de cinco ikastolas y nos dijeron que iban a enviarnos a personal que hablara euskera. Siempre hemos tenido un servicio de limpieza euskaldún". La responsable del centro, que acusó a UA de electoralismo, especificó que la limpiadora expulsada también ejerce funciones de conserjería, por lo que "el contacto con los niños es habitual y debe ser en euskera. Conocer euskera es esencial en nuestro proyecto educativo", enfatizó. El sindicato ELA apuntó que la ikastola y el consistorio tienen una percepción diferente sobre las funciones de la limpiadora. "Para el Ayuntamiento sólo limpia, mientras que para la ikastola también actúa de conserje", indicó un portavoz. La ikastola Toki Eder tuvo serias disputas con la Delegación de Educación durante la década del 90 por su radicalidad. Algunos padres llegaron a enfrentarse con los profesores para imponer su propio control educativo. Varias oleadas de padres retiraron a sus hijos de centro en sucesivas etapas, hasta que paulatinamente la ikastola ha ido recobrando la normalidad.

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