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LA REALIDAD SOCIAL DE LA HUMANIDAD

El sida y las guerras frenan el progreso de muchas regiones

A finales del pasado año, casi 31 millones de personas vivían con sida, frente a 22,3 millones del año anterior. Como ya se ha publicado, los organismos internacionales prevén que para el año 2000 habrá 40 millones de personas infectadas por este nuevo virus. Frente al auge del consumo de coches y televisores hasta en los países en desarrollo, la nueva pandemia del sida y los constantes conflictos armados ponen freno al desarrollo.Por culpa del sida, la esperanza de vida ha vuelto a tomar signo negativo en multitud de países. De los 16.000 nuevos contagios diarios que se registran en el mundo, el 90% tiene lugar en los países en desarrollo. Hacia el año 2010 la esperanza de vida será en Zimbabue inferior en 25 años a la que es actualmente. En Estados Unidos, los afroamericanos constituyen el 13% de la población, pero son casi el 50% de los contagiados con el virus del sida. "La tragedia es que el sida se ha transformado en una enfermedad de la pobreza", dice Richard Jolly, coordinador principal del informe del PNUD, "no porque era inevitable, sino por el fracaso en prestar apoyo para su prevención y para la información al respecto".

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El segundo elemento que socava los progresos registrados son los conflictos armados, que mantienen atrapadas en estos momentos a 100 millones de personas. 50 millones de personas se han visto obligadas a huir de sus hogares. "En los últimos 10 años, los conflictos armados han matado a dos millones de niños, han dejado huérfanos a otro millón de niños y han dejado discapacitados hasta cinco millones de pequeños", añade el informe, que pone el ejemplo de Mozambique, donde los daños causados por la guerra en las escuelas dejaron a casi 1.400.000 niños sin educación.

Las bajas civiles superan desde hace décadas a las bajas militares en las guerras, pero, además, éstas siguen aumentado. Ahora las bajas civiles suponen el 90% en un conflicto armado (a principios de siglo era del 5%), dejando un dramático rastro de sangre de mujeres y niños.

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