La Generalitat aprueba el decreto de cuotas de catalán en el cine
El Gobierno de Jordi Pujol dio ayer luz verde al decreto que establece cuotas de catalán en el cine. La difusión del borrador de la norma ahora aprobada destapó a principios del verano la caja de los truenos. Una gran parte de la industria cinematográfica se opuso a ella, mientras que los políticos catalanes se dividieron. De entrada, socialistas y PP se mostraron abiertamente contrarios al texto, mientras que los partidos independentistas e Iniciativa per Catalunya lo celebraron. Con el paso de los días, y tras largas sesiones negociadoras de responsables del Departamento de Cultura con el sector y los políticos, los ánimos se apaciguaron, y el mes de julio acabó con el apoyo explícito de los socialistas al decreto. También los empresarios suavizaron su reacción después de introducir algunas modificaciones en el documento inicial y de que se prorrogara el plazo de adaptación a la norma. El decreto de catalanización del cine, que desarrolla la ley de normalización lingüística aprobada el año pasado por el Parlamento autonómico, obliga a los distribuidores a repartir como mínimo el mismo número de copias de filmes dobladas al catalán que al castellano en el caso de las películas más taquilleras. Tendrán esta consideración las cintas con más de 16 copias en Cataluña. Hasta finales del 2001, el número de copias mínimo para someterse al decreto será más de 18. El 50% de las copias de los filmes de animación dirigidos al público infantil deberá ser doblado al catalán en todo caso, independientemente del número de películas que se distribuyan.En cuanto a la distribución de obras subtituladas, las empresas tendrán que repartir al año un número de copias en catalán equivalente al menos a la cuarta parte del total de filmes subtitulados que comercialicen en Cataluña. Las distribuidoras estarán obligadas, asimismo, a traducir al catalán el título de las películas dobladas y a redactar la publicidad también en esta lengua.
Exhibición
También la exhibición está afectada por el decreto. Las salas habrán de programar cada año cintas dobladas al catalán de tal manera que, al final del ejercicio, se alcance la proporción de un día como mínimo doblado al catalán por tres al castellano o a otras lenguas. La exhibición de las versiones catalanas tendrá que programarse en sesiones ordinarias y en horarios habituales, y su precio no podrá ser superior al de otras de la misma sala. Las únicas salas exentas de la normativa son las calificadas X.El Departamento de Cultura podrá conceder subvenciones a exhibidores y distribuidores siempre que sus disponibilidades presupuestarias lo permitan. Las empresas que incumplan el decreto serán sancionadas de acuerdo con la ley estatal de protección y fomento de la cinematografía de 1994.
La norma entrará en vigor dentro de seis meses, y el sector podrá adaptarse a ella hasta finales del año 2001.
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