Obesidad: algo más que un problema de voluntad
El 8º Congreso Mundial sobre Obesidad, clausurado el pasado viernes en París, ha terminado con el reconocimiento por parte de los expertos de la falta de medicamentos o tratamientos realmente eficaces. La recomendación pues sigue siendo la tradicional: régimen alimenticio y ejercicio físico.Los nutricionistas insisten en sus mandamientos sobre las formas de lucha contra el exceso de peso. Estiman que hay que combatir el "ideal de la delgadez" y acordar con la industria agroalimentaria un código de conducta en el campo de la comunicación sobre nutrición. También piden dar prioridad a la restauración de la imagen de uno mismo, así como luchar contra el rechazo social que sufren los obesos.
Al recalcar que la obesidad "no es un problema de cosmética" ni "una falta de voluntad" ni "un castigo al pecado de la gula", sino, lisa y llanamente, una enfermedad, los expertos admiten que se encuentran ante un callejón sin salida, puesto que aún no disponen de un medicamento realmente eficaz. Las actuales investigaciones sobre las llamadas proteínas de la saciedad, como la leptina, una hormona natural que transmite al cerebro el estado de las reservas de grasa en el organismo, están todavía en sus primeros pasos. Lo mismo ocurre con las proteínas quemadoras de grasa, presentes en mayor o menor cantidad en el organismo y que podrían explicar las diferencias entre individuos.
Comer menos
A la vista de las circunstancias, el único método eficaz para perder peso sigue siendo comer menos y hacer ejercicio, subrayan los expertos. El problema es que las dietas suelen provocar en las personas obesas el denominado efecto yo-yo, una sucesión de disminuciones y aumentos de peso. Los expertos en nutrición quieren evitar de su vocabulario la palabra régimen, al considerar que atemoriza y desespera a los pacientes. Con todo, los eufemismos utilizados tales como "modificación del comportamiento alimentario" o "reducción de los aportes energéticos" no engañan a las personas a quienes van dirigidos.Varios investigadores apuntaron en el congreso la posibilidad de que la obesidad, de origen genético en un 40% de los casos, pueda estar también causada por un virus. Dos estudios estadounidenses, en este sentido, mostraron que no hay que desdeñar esta nueva pista.
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