Mal servicio en Nerja
Estas vacaciones he pasado unos días estupendos en Nerja (Málaga), donde disfruté con mi familia de sus magníficas playas, de la belleza de sus calles, y de su gran ambiente. Sin embargo, lamentablemente, pude comprobar cómo la hostelería no está a su altura. Especialmente, el restaurante La Marina, donde, en su terraza, cuatro o cinco camareros corrían y sudaban, atendiendo atropelladamente a los clientes. Así, uno de los camareros, con la cabeza afeitada, al que llamaban Roberto Carlos, se sintió muy molesto con nosotros porque le pedimos que nos atendiera, y, a pesar de que nos disculpamos por nuestra "insistencia", nos boicoteó, teniéndonos allí más de una hora esperando. Así, lo que se prometía como una velada familiar en este magnífico marco, se tornó en un enfado general. Sin embargo, ante esta situación, el verdadero responsable no es el camarero, sino el empresario, que va a hacer dinero fácil, contratando a un número limitado de camareros, que en la mayoría de las ocasiones no están capacitados para desempeñar este oficio, lo que conlleva que la industria turística andaluza esté todavía caracterizada, en ciertos ámbitos, por la provisionalidad y la chusquería.- . .
Ley igual para todos
Estos días estoy leyendo bastantes noticias en periódicos de Andalucía sobre cómo muchos institutos públicos se apresuran para tener terminadas cuanto antes las obras de adaptación de sus edificios, que exige la Ley de Reforma Educativa. Buena cosa, esto de mejorar los centros de enseñanza regidos por el Estado. Simultáneamente, he leído en la prensa local cómo la Delegación Provincial de Educación en Granada ha suprimido los conciertos de varias unidades en colegios no estatales, por no haber adaptado aún sus centros a lo que exige la Reforma. ¿Se está aplicando la ley a unos y otros de modo distinto? Si eso fuera así, sería sectario y anticonstitucional.- . .
Guadalquivir, rey de ríos
Nombrarte es mentar Andalucía porque nunca un río condicionó tanto una tierra y sus habitantes; desde siempre fuiste el río por antonomasia. Imperecedero testigo de la historia, ahí estás: el más cantado, el más sonado, el más deseado, el más sufrido, y ahora... ¡el más olvidado! Imposible navegarte sin pensar que cualquiera de tus antiguos senderos te sumergen en los pasos iniciales del hombre sobre la tierra; que sobre tus aguas aún chispean aquellos primeros chasquidos que dieron al traste con milenios de oscuridad obligada; que sobre el valle todavía resuena el bullicio de naves fenicias ante la tierra tan rica y hermosa que a tus orillas ofrecías; que más tarde fuiste testigo de cruentas batallas entre cartagineses, bizantinos, romanos, árabes, escandinavos y cuantos pueblos te desearon. Imposible mirarte aguas abajo sin imaginar un galeón rumbo al Nuevo Mundo; desde Sevilla zarpaba y en Sanlúcar embarcaban aquellos aventureros de lo desconocido. Imposible otearte desde Tarifa y no oír el vocerío de aquellos marinos que embarrancados en la barra de Sanlúcar temieron perder su oro y plata traídas de las Indias. ¡Ay, Guadalquivir, cuántos hombres te soñaron mar adentro y ahora qué olvidado estás! En el celebrado 1992 tan sólo se acordaron de ti para situar una red de narcotraficantes: desde Sevilla a Sanlúcar, tocando pueblos -en otro tiempo puertos- que estuvieron a tu vera, siempre a la verita tuya. Decían que los narcos eran toreros, empresarios y guardias civiles. Ya ves, mi río, tú me dirás desde cuándo los toreros son narcos, los empresarios generadores de miseria y los guardias civiles pura mafia. ¡Qué tristes los tiempos en que los hombres no son lo que parecen ni lo que debieran ser: sólo hombres! Hoy en día, a las puertas del siglo XXI, uno de tus hijos, el Guadiamar -aunque gozoso de su segura muerte en tus brazos- te ha sido arrebatado por el interés y la desidia de propios y extraños... y ante la mezquindad de todos. Pero tú no te preocupes, mi río, porque llegará el día en que los niños vuelvan a jugar en tus riberas, los pájaros a beber de tus aguas y los hombres a mirarte a la cara. Algunos mediocres dicen que es una utopía y que no es tiempo de utopías... Ellos se lo pierden.- . .
Música en la ESO
La Asociación de Profesores de Música de Andalucía Manuel de Falla ha mantenido un permanente diálogo con la Consejería de Educación y Ciencia a fin de mejorar la enseñanza de la Música en el ámbito de la ESO y del Bachillerato, intensificándose este intercambio de pareceres a raíz del debate sobre el futuro de las Humanidades. El carácter humanístico de la música no puede ser obviado en modo alguno, y por ello nos congratulamos del reconocimiento explícito que se hace de la educación musical obligatoria en el dictamen emitido por la Comisión para la Reforma de las Humanidades. Públicamente, desde aquí, y recogiendo la oferta planteada por el consejero Pezzi, la asociación pone a disposición de la Consejería su asesoramiento y colaboración.- presidente de la Asociación de Profesores de Música de Andalucía Manuel de Falla. .
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