Los grabados rupestres de Foz Côa han recibido 40.000 visitas en dos años

Dos años después de la apertura del parque arqueológico de Foz Côa (Portugal), junto a la frontera de Salamanca, el centenar de grabados rupestres del Paleolítico superior ha sido visitado por cerca de 40.000 personas (casi su capacidad máxima) y será declarado en breve patrimonio de la humanidad por la Unesco. Las autoridades portuguesas preparan la construcción del futuro Museo Arqueológico y los habitantes de la zona esperan con ansiedad las inversiones prometidas por el Gobierno socialista para impulsar el turismo en la región. En los últimos tres años, la Administración sólo ha invertido 800 millones en el parque.El presidente del Instituto Portugués de Arqueología y líder del movimiento ciudadano contra la construcción de una presa en el valle de Foz Côa, Joao Zilhao, no puede ocultar su satisfacción: "El embalse ha sido definitivamente desestimado y el parque arqueológico ha supuesto un completo éxito, aunque todavía falten algunas inversiones por concretar; el balance ha sido, sin duda, muy positivo". El descubrimiento en 1992 de las pinturas rupestres de Foz Côa, un afluente del Duero, ha modificado sensiblemente las expectativas de una de las regiones más deprimidas de Portugal, aunque sus habitantes aún esperan las grandes inyecciones de dinero prometidas por el Gobierno. Así, el presidente de la Asociación Comercial e Industrial de la región, Diz António Sebadelhe, explica que "hasta el momento no se ha visto nada palpable. Continuamos como antes y Foz Côa sigue siendo una ciudad desierta".

La región del valle de Foz Côa aún malvive de los olivos y los viñedos plantados en las pronunciadas laderas de sus montes por los pocos vecinos que no emigraron a Brasil, Francia o Canadá. Sin embargo, tras el espectacular hallazgo arqueológico, la situación está cambiando.

A pesar de los retrasos, Joao Zilhao no tiene dudas de que el proyecto será un éxito para la región. "Hemos consseguido", dice, "llenar el parque de visitantes hasta casi el límite de su capacidad, cifrada en 30.000 personas por año; estamos preparando el nuevo Museo Arqueológico y hemos descubierto nuevas pinturas para lo cual deberemos ampliar el área de visitas; todo ello sin contar con la importancia científica de esos hallazgos, algo completamente reconocido por los especialistas internacionales". El arqueólogo y presidente del Centro Nacional de Arte Rupestre de Foz Côa, António Martinho Baptista, explica que los equipos de investigación han descubierto cerca de 1.000 nuevos grabados repartidos por veinte lugares.