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GOLPE A LA PAZ EN EL ULSTER

La ambulancia que llevaba a una herida sufrió un choque mortal

Lucrecia Blasco Baselga, de 14 años, la hermana herida de uno de los dos españoles muertos en la explosión de Omagh, sufrió además un accidente en la ambulancia en la que era trasladada hacia Belfast. El conductor de la ambulancia murió en el accidente. Así lo confirmaron ayer dos tías y el hermano mayor de Lucrecia, José Manuel, que acudieron al despuntar la mañana al tanatorio de la M-30 a velar a su hermano Fernando, de 12 años, cuyo cadáver, junto con el de Rocío Abad, monitora de 23 años, llegó de madrugada a Madrid a bordo de un avión militar enviado a Belfast para repatriarlos. Se desconoce si el accidente causó lesiones añadidas sobre la joven Lucrecia.

"Es increíble y terrible la forma en que la desgracia se está cebando con nosotros", comentaba con dolor y rabia José Manuel, hermano mayor de Lucrecia y de Fernando, después de conocer la noticia del accidente sufrido por su hermana. Aunque su rostro cambió por la tarde al verla regresar. José Manuel Blasco, que en años anteriores viajó a Irlanda para perfeccionar su inglés pero que en esta ocasión pasaba el verano en España, acudió ayer al tanatorio de Madrid de la carretera de circunvalación M-30 para velar, junto a su familia, el cadáver de su hermano menor muerto en la explosión. Otro hermano, Juan Pablo, que se hallaba en Irlanda con ellos, no sufrió daño alguno. "Allí se quedará hasta terminar su curso de inglés", precisó su hemano mayor. El padre de los niños, Manuel Blasco, había resultado herido en un atentado terrorista acaecido en Madrid en junio de 1992.

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Honores militares

Los cadáveres de Fernando Blasco y Rocío Abad llegaron a las 4.55 horas de ayer al aeródromo militar de Getafe a bordo de un avión CN235 de la Fuerza Aérea española. En el avión, pilotado por el teniente coronel José Antonio Pizarro, viajaban los padres y dos hermanas de Rocío Abad, así como los padres y dos de los abuelos de Fernando Blasco. Fueron recibidos a pie de avión por Pedro Núñez Morgades, delegado del Gobierno en Madrid, José Ignacio Echevarría, alcalde de Madrid en funciones y José Luis Solano, subdirector general de la Oficina de Información Diplomática. Soldados uniformados del Ala 35 de la Fuerza Aérea Española transportaron a hombros los féretros de madera clara y herrajes dorados de los dos españoles muertos en Omagh, entre un pasillo de respeto formado por una decena de soldados del aeródromo.

Fernando Blasco fue enterrado ayer por la tarde en la Sacramental de San Justo (Madrid), informa Julián Díaz. El obispo auxiliar de Madrid, Fidel Herráez, ofició un breve responso en el que calificó de "acto inhumano" el atentado. Rocío Abad fue incinerada en la intimidad en el cementerio del Este.

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