Almería y Barrionuevo

José Borrell clausuró el pasado domingo en Almería la etapa de adaptación del PSOE a su nueva estructura bicéfala tras su victoria en las primarias. El pasado no le interesa. Ahora sólo mira al futuro. Ni se desmarca ni reniega, pero no puede estar hipotecado de ninguna atadura, llámese ésta José Barrionuevo o incluso Felipe González. Ése fue el mensaje que les lanzó a los 400 militantes de la zona de Almería con los que cenó la semana pasada y que esperaban sobre todo palabras de aliento para su paisano Barrionuevo. Borrell no eludió esas frases, pero tampoco se enfangó en ellas. Sostiene que con el tiempo, si llega a La Moncloa, el propio Barrionuevo se lo agradecerá sin necesidad de estar todo el día hablando de indultos.El equipo de Borrell no se olvida de los anclajes que el PSOE tiene con los peores momentos del pasado. Ni del papel complicado que pudo jugar en aquellos días Barrionuevo y que ahora se tornan dramáticos. Los colaboradores de Borrell trabajan con varias hipótesis para ayudar al exministro del Interior, pero siempre dejando al PSOE como institución a cierta distancia. Por ejemplo, se estudia la posibilidad de recabar una colecta entre los diputados socialistas o incluso entre militantes para colaborar en el pago de la indemnización que Barrionuevo y Rafael Vera deberán abonar a Segundo Marey.