El Gobierno canario pospone las obras de Tindaya

La unánime consideración política de que el monumento del escultor Eduardo Chillida en la montaña de Tindaya (Fuerteventura) es un proyecto "emblemático y esencial para el futuro de la isla" no ha impedido que el Gobierno de Canarias haya pospuesto, una vez más, la adjudicación de las obras para su realización y explotación. Discrepancias entre los socios del Ejecutivo, Coalición Canaria y Partido Popular, impidieron aprobar, en el último consejo de Gobierno anterior a las vacaciones, celebrado esta semana, la propuesta de ejecución y financiación de la obra ideada por el artista vasco.De hecho, el monumento de Tindaya ha sido, junto a la puesta en marcha de la televisión autonómica, uno de los caballos de batalla de la crisis, ya superada, que ha atravesado el Ejecutivo autónomo, con continuas discrepancias sobre gestión, surgidas entre los populares y los nacionalistas canarios. El problema de fondo, que ha llevado al Partido Popular a cuestionar el documento elaborado por el vicepresidente nacionalista, Lorenzo Olarte, se refiere a la fórmula de financiación de las obras, cuya ejecución correría a cargo de una sociedad mixta, constituida por el propio Gobierno canario y una Unión Temporal de Empresas (UTE) que integrarían, finalmente, Necso y Fomento de Construcciones y Contratas.

Ajuste económico

El Partido Popular ha solicitado a sus socios nacionalistas un ajuste económico del documento elaborado, de tal forma que suponga un "coste cero" para el Gobierno autonómico, que, según la fórmula que se había previsto inicialmente, anticiparía unos 3.000 millones de pesetas de los 8.500 del coste total de la obra, cuya financiación asumiría al cien por cien la Unión Temporal de Empresas. La reducción del periodo de explotación turística del monumento, por parte de esta misma empresa, establecido en principio en un plazo de 50 años, es otro de los puntos sobre los que el PP ha solicitado una mayor reflexión, para no precipitar la puesta en marcha de una escultura muy discutida por los ecologistas, que también han recomendado la espera para iniciar las obras.El aplazamiento de adjudicación ha sido posible gracias a la ampliación, hasta diciembre, del plazo dado al propio escultor, Eduardo Chillida, a través del ingeniero del proyecto, José Antonio Fernández Ordóñez, para continuar moldeando su obra. Otro de los aspectos claves a definir, para lo que se está a la espera de un informe geológico, encargado por la Administración canaria, es la dimensión final que tendrá la obra, ya que frente a su tamaño inicial de 50 x 50 x 50 metros, concebido por el escultor, la UTE ha hecho definitiva su recomendación de reducción a 40 metros por lado, ante la posible amenaza de desplome de la escultura, a consecuencia del vaciado de la montaña, aspecto que también ha sido señalado por las asociaciones ecologistas.