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El calor y el movimiento de maquinaria en el cauce del Guadiamar aceleran la presencia de metales en el aire

Alejandro Bolaños

La presencia atmosférica de algunos elementos como el cinc, el cobre, el plomo o el talio se ha multiplicado en poco más de un mes en la ribera del Guadiamar. El paso al aire de los metales contenidos en los lodos tóxicos que anegaron más de 4.000 hectáreas tras la rotura de la balsa de las minas de Aznalcóllar (Sevilla) se ha acelerado, según reflejan las últimas muestras tomadas por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, a las que ha tenido acceso este periódico.La primera muestra -inclui-da en el sexto informe hecho público el pasado 25 de junio- realizada por el CSIC para estudiar el nivel de partículas y metales pesados en suspensión se tomó entre el 20 y el 28 de mayo en Aznalcázar -uno de los diez municipios afectados por la riada- y en el cauce del Guadiamar. Según las muestras tomadas por los científicos durante la primera quincena de julio, en poco más de un mes el nivel medio de arsénico ha pasado de 0,003 microgramos por metro cúbico a 0,124 en la toma de Aznalcázar; el de hierro ha pasado de 0,6 microgramos por metro cúbico a 12,6; y el de cobre, de 0,015 a 0,198 microgramos por metro cúbico de aire. La presencia del cinc se multiplica por 10 y la del plomo por 20. En el cauce los valores son aún más extremos.

Fenómeno anticipado

"No hay nada sorprendente en esos datos", aseguró el presidente del CSIC, César Nombela, quien admitió que este organismo está haciendo "estudios puntuales" para seguir la contaminación atmosférica y subrayó que el fenómeno ya había sido anticipado en el último informe. En él, se apuntaba a la desecación de los lodos -en el mes de julio las temperaturas en la zona han rozado los 40º-, y a la movilización de partículas que produce la maquinaria como factores desencadenantes de paso de metales al aire. 339 excavadoras y 383 camiones intervinieron ayer, según el informe de la comisión de coordinación en la retirada de los lodos."Esos valores están lejos de superar los límites de exposición indicados por organismos internacionales de salud laboral", aclaró Manolo Rototo, catedrático de toxicología de la Universidad de Sevilla. Por ejemplo, el umbral de riesgo señalado para el arsénico en una jornada de trabajo de ocho horas es de 10 microgramos por metro cúbico (el valor máximo registrado en el cauce es de 0,377). Rototo, sin embargo, subrayó que las medidas de prevención -uso de guantes y mascarillas, riego continuo de los lodos, vestimenta cerra-da- en la retirada de lodos "son ahora auténticamente razonables". Y señaló que las partículas en suspensión -de las que el 70% son inhalables- podían aumentar en momentos puntuales, como el volcado de camiones. La media de partículas registrada en la segunda quincena de julio fue de 190 microgramos por metro cúbico. El umbral de riesgo está en 150 microgramos como media anual, aunque expertos del CSIC señalaron que una reciente directiva comunitaria ha rebajado a 20 microgramos dicha media.

"Es verdad que algunos trabajadores" -512 operarios más los conductores de maquinaria- "no siguen las recomendaciones", explicó Javier Serrano, coordinador de la oficina técnica de la comisión, que indicó que algunos de los consejos del CSIC -como realizar las tareas al amanecer y al anochecer- "son imposibles si se quiere retirar los lodos antes de otoño". Hasta ayer, según informó la comisión, se han limpiado 1.104 hectáreas (el 42% de los terrenos afectados).

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