La cumbre del Mercosur logra más avances en política que en economía

La cumbre del Mercosur culminó ayer con más avances en el terreno político que en el económico. Los cuatro miembros -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- incorporaron al bloque una cláusula con la democracia para desterrar cualquier levantamiento contra un Gobierno democrático en el futuro. En lo económico, la reunión estuvo marcada por las disputas entre Argentina y Brasil y por la advertencia hacia la Unión Europea de que no habrá acuerdo de libre comercio que no incorpore a todos los sectores productivos.

La XIV Cumbre del Mercosur, clausurada ayer en la ciudad argentina de Ushuaia, la capital más austral del planeta, avanzó más en el terreno político que en el económico al firmar un doble compromiso del bloque regional con la paz -al declarar una zona de paz libre de armas de destrucción masiva- y con la democracia, a través de un protocolo que incorpora como norma fundamental del Mercosur la cláusula democrática que cierra el paso a los golpistas. La cumbre no logró, en cambio, destrabar los temas económicos centrales, como el régimen automotor y el azúcar, que enfrentan a los dos gigantes de la región, Argentina y Brasil.Más allá de los discursos grandilocuentes de los líderes políticos en favor de la integración, negociadores y empresarios coinciden en señalar que el futuro inmediato del Mercosur tiene su prueba de fuego en la disputa argentino-brasileña. Los Gobiernos de Buenos Aires y Brasilia se acusan mutuamente de falsear la política de subsidios a sus respectivas industrias del automóvil y de no respetar las reglas de la integración. El negociador brasileño José Botafogo Gonçalves vaticinó el futuro al hablar del contencioso del azúcar con Argentina: "Ustedes son más competitivos en lácteos, frutas y hortalizas y trigo, y no nos quejamos cuando aumentan sus envíos de estos productos a Brasil; entonces, ustedes no pueden quejarse si el día de mañana nosotros les vendemos el azúcar; cada uno tiene que dedicarse a hacer lo que mejor sabe hacer". Los responsables del sector azucarero argentino, 15 veces más diminuto que el brasileño, aseguran que está en peligro de desaparición ante la feroz competencia de su vecino del Norte.

Los presidentes de Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay (miembros de pleno de derecho del Mercosur) más los de Chile y Bolivia (países que están asociados a la zona de libre comercio) tuvieron como invitado especial al presidente surafricano, Nelson Mandela, con quien firmaron un memorándum de intenciones que debe preparar el camino a una zona de libre comercio entre los países del Cono Sur y 13 naciones de África meridional.

Acuerdo sin excepciones

Carlos Menem, que ayer dejó la presidencia rotatoria del Mercosur en manos de su homólogo brasileño, Fernando Henrique Cardoso, declaró que se había avanzado mucho en las negociaciones con la Unión Europea para establecer una zona de libre comercio interregional. Sin embargo, añadió que aún quedan por compatibilizar las políticas en el tema de subsidios, porque estamos en desventaja con la UE en los sectores agrícola y ganadero, y en todo lo que sea necesario para alcazar un acuerdo "sin excepciones". Los presidentes de Argentina y Brasil insistieron en que un futuro acuerdo de libre comercio con la UE deberá incluir a todos los productos de todos los sectores.El ministro brasileño de Industria y Comercio, José Botafogo Gonçalves, replicó a las objeciones de Francia e Irlanda para la aprobación del acuerdo diciendo que los problemas que ellos esgrimen para rechazar la integración no son del Mercosur, puesto que, "si la UE quiere entrar en nuestros mercados en mejores condiciones, se debe negociar todo".

El sindicato de los agricultores franceses declaró ayer que es "inaceptable" una zona de libre comercio UE-Mercosur. Luc Guyau, presidente del sindicato, declaró que los países del Mercosur "no tienen ni nuestras limitaciones de espacio, nuestra legislación sobre el medio ambiente, nuestra protección social, así como nuestro nivel de seguridad sanitaria y alimentaria".