¿Qué decirles a los niños?
Teniendo en cuenta que la bebé probeta más madura del mundo tiene sólo 20 años, pocos estudios se han hecho hasta la fecha sobre las posibles consecuencias, si las hay, en relación con la forma en que vinieron al mundo. La psicóloga Diana Guerra aborda este tema en el libro que acaba de publicar la editorial Planeta, Cómo afrontar la infertilidad. Guerra coordina en España un amplio estudio que desarrolla la UE con niños entre los cuatro y los ocho años nacidos por fecundación in vitro. Los primeros resultados muestran que los progenitores están más implicados con estos pequeños en comparación con quienes concibieron de forma natural. Y respecto a los niños no se encontraron trastornos específicos.El problema radica en que estas técnicas permiten tantas posibilidades como complicaciones a la hora de dar respuestas. Hay en el mundo bebés probeta genéticamente relacionados con sus dos progenitores; pero también otros nacidos con donantes anónimos; con óvulos de una hermana de su madre y gestado en el útero de su abuela; con semen extraído de su padre una vez muerto... ¿qué decirles a estos adolescentes cuando quieran conocer sus orígenes? Es un dilema que también plantea la psicóloga en su libro. La sociedad deberá ir respondiendo a estas cuestiones. En España, la donación es anónima. Sin embargo, en Suecia estos chicos tienen derecho a conocer a su progenitor si así lo desean. La primera cuestión está en dirimir si es necesario decirles algo. El Reino Unido ya ha aprobado una ley que obliga a informar a los niños sobre su origen a partir de los 18 años, manteniendo el anonimato de los donantes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.