Optimismo en Colombia ante una nueva reunión con la guerrilla en Alemania

Tras la reunión por sorpresa del jueves entre el presidente electo, Andrés Pastrana, y el jefe de la primera guerrilla del país, Colombia intenta hoy dar otro empujón al diálogo para poner fin a 40 años de enfrentamientos y sangre. El optimismo, matizado de advertencias sobre la complejidad de un eventual proceso de paz, caracteriza la reunión que sostendrán a partir de hoy el segundo grupo insurgente, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y representantes de la sociedad civil. Para los encuentros, en terreno neutral, se ha elegido la ciudad de Maguncia, en Alemania.

La reunión entre el conservador Pastrana, que asumirá el poder el 7 de agosto, y el jefe histórico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Manuel Marulanda Tirofijo, ha disparado la confianza en el Gobierno que sustituirá al del liberal Ernesto Samper. Una encuesta realizada por el telenoticiero CMI muestra que el 69% de los consultados cree que Andrés Pastrana sí podrá hacer la paz y el 60% confía en la buena fe de la guerrilla.La coincidencia de los dos acontecimientos marca el cambio de tercio en la anhelada y difícil faena de la reconciliación de la sociedad colombiana, escindida desde hace más de medio siglo por el conflicto armado, los abismales desequilibrios económicos y las prácticas excluyentes de una democracia más formal que real.

"Nadie puede hacerse la ilusión de que hacer la paz es resolver el conflicto armado. Debe haber cambios en una dimensión de justicia y espiritualidad", declaró el obispo católico Alberto Giraldo, presidente de la Conferencia Episcopal Colombiana, que junto con su par alemán son los mediadores de la reunión de hoy en Maguncia.

La Iglesia católica, con 13.000 parroquias en todo el territorio y un manifiesto ánimo de reconquista de su influencia ante la cada vez mayor presencia de grupos protestantes, ha jugado un papel preponderante en el proceso.

Desde la Asamblea Permanente por la Paz ha tendido hilos de comunicación, incluidos los grupos paramilitares, autores de matanzas que aterrorizan a la población campesina en las zonas con fuerte presencia guerrillera.

El 5 de junio, el obispo Giraldo se entrevistó con Carlos Castaño, jefe visible de los paramilitares agrupados en las Autodefensas Unidas de Colombia, organización que busca el reconocimiento político y un sitio en las futuras mesas de negociación, a lo que se oponen tanto las FARC como el ELN y frente a lo cual Pastrana es reticente. Internacionalmente, el ambiente para apoyar un proceso de paz en Colombia también es positivo. El secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Kofi Annan, felicitó desde Nueva York a Pastrana: "La ONU estará muy feliz de hacer lo que pueda de forma útil para ayudar a Colombia a resolver sus grandes problemas internos".