El Ejército de Colombia se retirará de la selva para la negociación de Pastrana con las FARC
Desde las montañas de Colombia soplan vientos de paz. El encuentro del presidente electo, Andrés Pastrana, con Manuel Marulanda, el legendario comandante Tirofijo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), un mes antes de la toma de posesión del nuevo Gobierno, indica que el proceso de solución política al conflicto armado ya arrancó. Según informaron ayer fuentes castrenses a la agencia Efe en Bogotá, el Ejército se retirará de unos 47.000 kilómetros cuadrados en las selvas del sur del país para facilitar ese diálogo de Pastrana con las FARC
Esa extensión corresponde a las áreas municipales de Uribe, La Macarena, Vista Hermosa, Mesetas y San Vicente del Caguán, de las que las FARC exigen desde hace varios años una retirada militar para negociar una salida política al conflicto armado. El general Jesús Antonio Cortés, que comanda la división del Ejército en las selvas del sur de Colombia, dijo a la prensa que acatará la orden de Pastrana. En el territorio en cuestión están desplegados más de 6.000 soldados y policías, y la guerrilla mantiene a 60 soldados y cinco policías secuestrados. Al lado de Marulanda estaba Jorge Briseño, conocido como el Monojojoy.- Buenos días, señor presidente.
- Buenos días, Manuel.
- Buenos días... Jojoy.
El saludo coloquial y escueto se produjo alrededor de las nueve de la mañana del jueves 9 en algún punto de la cordillera oriental andina, histórico refugio de la comandancia de la guerrilla izquierdista más antigua de América Latina. En medio del paraje montañoso, una mesa rústica instalada para el encuentro, servida con cuatro tazas de chocolate que los contertulios acompañaron con patacones (plátano verde frito) y queso. Después Pastrana encendió un Cohiba.
"Reunión histórica"
Abrazos parcos y cordiales a la despedida, todo registrado en una videocámara manejada por un guerrillero anónimo que también leyó una declaración en la que la comandancia insurgente calificó el encuentro de "vital, histórico y de gran trascendencia".Pastrana estuvo acompañado de su hombre para asuntos de paz, Víctor G. Ricardo, quien ya había tendido los hilos de comunicación con la cúpula guerrillera en vísperas de la segunda vuelta electoral, cuando 6,3 millones de sufragios inclinaron la balanza a favor del candidato conservador.
"Lo ofrecí en mi campaña y hoy lo estoy cumpliendo", dijo Pastrana de regreso a Bogotá, el jueves por la tarde, cuando anunció "al país y a la comunidad internacional" los puntos del acuerdo entre los que sobresalen el compromiso de "avanzar desde ahora en el establecimiento de las condiciones para el despeje de los cinco municipios [dentro de los departamentos de Meta y Caquetá, exigencia de las FARC] e instalar las mesas de negociaciones en los primeros 90 días de mi Gobierno".
Las reacciones entusiastas al encuentro Pastrana-Marulanda expresan el hastío generalizado por una guerra civil no declarada que ya lleva casi medio siglo. Horacio Serpa, el candidato liberal derrotado por Pastrana en los comicios de junio, ofreció su apoyo al virtual proceso de paz: "Nosotros estaremos atentos a colaborar en todo lo que podamos. La reunión tiene una dimensión muy importante". Samper, quien reconoció que se enteró por la prensa, dijo: "Podemos concluir que la paz ya es un proceso irreversible en Colombia y me siento muy satisfecho de que estas noticias se presenten al finalizar mi administración".
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